Desafíos para el segundo gobierno de izquierda con Salvador Sánchez Cerén

Pese a las impugnaciones de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), el Tribunal Supremo Electoral proclamó oficialmente a Salvador Sánchez Cerén como Presidente electo de El Salvador. Así, se confirma un segundo periodo consecutivo de la izquierda en el país centroamericano. Pero, ¿qué supone esto en la disputa geopolítica? ¿Qué desafíos deberá enfrentar?

Pese a las impugnaciones de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), el Tribunal Supremo Electoral proclamó oficialmente a Salvador Sánchez Cerén como Presidente electo de El Salvador. Así, se confirma un segundo periodo consecutivo de la izquierda en el país centroamericano. Pero, ¿qué supone esto en la disputa geopolítica? ¿Qué desafíos deberá enfrentar?

Si bien en la primera vuelta el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se impuso con casi un 50 por ciento de los votos, la victoria de su candidato Salvador Sánchez Cerén, el 9 de marzo pasado, ante Norman Quijano de ARENA, fue bastante estrecha. Tanto así que la derecha acusó fraude y pidió que se anularan los resultados. Pero ante la negativa del Tribunal Supremo Electoral anunciaron que llegarán a la Corte Suprema de Justicia para que realice un nuevo conteo de votos.

Pese a que no es raro escuchar acusaciones de fraude después de una elección, analistas perciben que ARENA está intentando impedir que se concrete un tercer periodo consecutivo de la izquierda en el poder, ahora bajo el mandato de un integrante de las negociaciones de paz que pusieron fin a la guerra civil. Se trata de un ex guerrillero, a diferencia del actual presidente Mauricio Funes, lo que representa un importante episodio político en la histórica del país.

Para el analista internacional Pablo Jofré esta elección contribuye a la estabilización de la democracia en la zona. “Esto habla de una consolidación de la débil democracia salvadoreña, en el sentido que durante 20 años, tras los acuerdos de paz entre el gobierno de la época y la guerrilla del Frente Farabundo Martí, se instalan los gobiernos de ARENA, que era el partido de derecha gobernante de facto y posteriormente de derecho. Y con el triunfo de Mauricio Funes el año 2009 y ahora de Salvador Sánchez Cerén se consolida una situación de hecho y de derecho del triunfo de la izquierda en El Salvador”, explicó.

Cabe señalar que el FMLN obtuvo antes, bajo el mandato de Funes, la mayoría de los municipios relevantes de El Salvador. Esto, cuando Sanchez Cerén ostentaba el cargo ministro de Educación e impulsó una reforma educacional antes de convertirse en vicepresidente.

Por lo mismo, Jofré señaló que este nuevo periodo es de continuidad, pero también de cambios, ya que deberá hacer frente a las críticas realizadas a su predecesor sobre el ineficiente manejo de las finanzas públicas y las falencias en temas de seguridad en una región conflictiva.

Ante este escenario se espera un impulso en las políticas sociales, un intento por lograr un desarrollo inclusivo con mayor productividad y, sobre todo, un especial acento en las relaciones internacionales para Centroamérica y El Caribe, según sostuvo el analista político Esteban Silva, quien afirma que a partir de este nuevo gobierno se debiera dar un paso hacia la integración económica y social en la zona y una mayor autonomía de Estados Unidos.

“Es un gobierno progresista y de transformaciones que tendrá una política ciertamente de mayor soberanía hacia la región, hacia Centroamérica y El Caribe. Tiene a su lado gobiernos también progresista y de izquierda, como el gobierno de Nicaragua. Y en el marco de la Celac, que es una agrupación autónoma respecto de Estados Unidos, va a permitir progresivamente un cambio en otros gobiernos de la región”, analizó Silva.

En esa línea, el ex embajador en Cuba Jaime Tohá, en conversación con Radio Universidad de Chile, afirmó que el fenómeno de El Salvador no es un hecho aislado, por lo que si las coaliciones de gobierno consiguen interpretar lo que la sociedad se plantea como desafío van a tener éxito, lo que podría traducirse en un ciclo que incluya más de uno o dos periodos de un gobierno en particular.

“Los gobiernos progresistas ya son una realidad en América”, manifestó Tohá, agregando que esto obedece a los profundos cambios sociales que se viven, no sólo en esta región, sino que en el mundo entero. En ese sentido, indicó que es muy interesante observar lo que ocurre en el trayecto político de América Latina y Centroamérica y sus relaciones con la zona de El Caribe, ya que, en el mapa geopolítico, tiene una posición estratégica muy importante.





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