Las principales medidas ya anunciadas, para generar mayor recaudación para el fisco, son la eliminación progresiva del Fondo de Utilidades Tributarias (FUT) y el aumento al impuesto de primera categoría para las empresas, desde un 20 a un 25 por ciento.
El gobierno informó que el proyecto será presentado el próximo 31 de marzo, lo que ha causado reacciones de rechazo en el sector empresarial y en el sector político que se opone a la redistribución de las cargas tributarias.
Desde la Cámara Nacional de Comercio señalaron que se debe proteger a las pymes, mientras el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, señaló que podría producir una fuga de inversionistas.
Ante los diversos cuestionamientos, economistas de amplia trayectoria salieron al paso para explicar con argumentos técnicos la distancia entre las consignas y la realidad.
El economista de la Universidad de Chile Uri Weiner señaló que las pymes “no deben temer” a la reforma tributaria, ya que si tiene efectos, estos serán paliados mediante instrumentos especiales de apoyo. El incremento del impuesto a un 25 por ciento tampoco debiera ser un problema para las grandes empresas, ya que seguiría siendo el más bajo de los países integrantes de la OCDE y uno de los más bajos de Latinoamérica.
“No hay ningún misterio”, agregó Weiner, afirmando que la reforma redistributiva está dirigida sólo a los mayores contribuyentes, ya sea como empresas o personas. En ese sentido, el especialista restó importancia a la postura de la Sofofa que, indicó, es incoherente con lo que ya han señalado desde organismos internacionales.
“Las mismas conclusiones las hicieron desde el Fondo Monetario Internacional hace algunos días. Los beneficios que tendrá el país con la reforma tributaria superarán ampliamente los costos. Yo creo que lo que está pasando es una exageración. Están tratando obviamente de asumir una posición para defenderse y tratar de eludir el pago de impuestos y que la carga tributaria caiga en otro sector”, aclaró.
El doctor en Economía Juan Guillermo Espinoza fue más enfático y consideró las declaraciones “fuera de lugar, destempladas y desproporcionadas”.
Respecto de la “fuga de capitales”, el académico de Flacso señaló que no es más que un retorno a la normalidad que se registra desde junio de 2013, luego de la recuperación de estímulos monetarios en Estados Unidos.
Espinoza aseguró que no habrá efectos negativos para las pymes y de paso criticó a quienes promueven esta idea, pues el argumento esconde otras motivaciones si se considera el siguiente dato: un informe de 2013, basado en la clasificación del Servicio de Impuestos Internos (SII) que mide el nivel de transacciones, detectó que en Chile cerca del 55 por ciento de las pymes son de “papel”, es decir, casi no tienen trabajadores y son creadas por empresas de mayor envergadura para reducir impuestos.
“Los grandes empresarios fueron los que salieron inmediatamente, tal como lo hizo la candidata de ese entonces Evelyn Matthei, a atacar la reforma tributaria en atención a que afectaría a pequeñas empresas. Ciertamente lo que estaban defendiendo era a todas estas empresas de papel creadas al alero de grandes empresas. Esa es la forma más clara de elusión tributaria”, aseveró.
La medida de mayor discusión ha sido la eliminación del FUT. Al respecto, el especialista indicó que los grupos de poder defienden su existencia porque se trata de “uno de los más grandes caminos de elusión”.
Además, los montos adeudados, vía este tipo de crédito estatal a la inversión con plazo de retorno no definido, podrían superar el 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Chile, calculando que en 2013 este llegaría a unos 280 mil millones de dólares.
“Se estima que ha acumulado sobre 145 mil millones de dólares, entre un 51 y 52 por ciento del Producto Interno Bruto del país, lo que es una cantidad enorme. Ciertamente que lo que más le preocupa a todos estos grandes personeros y grupos económicos es la celeridad con que le pongan término al FUT”, planteó.
Los economistas llamaron a la calma y aseguraron que los empresarios seguirán buscando formas para evitar mayores impuestos y no pagar sus deudas con el Estado.