Esta semana se cumplieron 20 años del asesinato del candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio, líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Colosio es recordado por promover reformas políticas en momentos en que la sociedad mexicana se vio convulsionada por una crisis con altos niveles de violencia.
Hasta hoy hay quienes reclaman que se realicen las investigaciones pertinentes, porque persisten dudas sobre si hubo otros implicados en el crimen, además del asesino convicto, Mario Aburto.
Al atentado contra Colosio le siguió el asesinato de Francisco Ruiz Massieu, entonces presidente del PRI , el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y la macro devaluación del peso mexicano frente al dólar, llevando al país a una profunda crisis.
El analista internacional, Pablo Jofré, se refirió al contexto en que ocurrió el homicidio y a las razones que lo motivaron: “Se ha especulado que haya sido la iniciativa de ciertos grupos políticos, económicos y militares mexicanos, para impedir una transformación mayor del Estado que en ese momento lo necesitaba, del punto de vista de reparto de tierras, de mejoras sociales y de sus comunidades indígenas, que es el caso del movimiento zapatista. En virtud, además, de que no se quería que el PRI siguiera en procesos transformadores”, explicó.
Gilberto Aranda, académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, consideró que la muerte de Colosio malogró importantes reformas al interior del sistema político. Sin embargo, destacó que luego de esto, México entró en una dinámica de cambios, transformando el régimen priista que duró setenta años en ese país.
Aranda explicó que: “Colosio lo que quería era combinar el cambio político para la representación de los diversos puntos de vista de la sociedad mexicana, es decir, mayor democratización, con la preservación de la tenencia de sectores estratégicos de la economía mexicana en poder del Estado, para su distribución. Cuestión que ha cambiado notablemente a partir de la presidencia de Salinas de Gortari y que ha hecho que hoy México sea otro en esta materia”, señaló.
Fernando Estenssoro, investigador del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, cuestionó la trascendencia de Colosio, en tanto consideró que la democracia de ese país no se ha visto fortalecida. Además, destacó que México atraviesa un complejo panorama social y político que a su juicio, difícilmente cambiará con el actual presidente Enrique Peña Nieto: “Se trata de un Estado que se ha debilitado, una institucionalidad democrática que no se ha fortalecido, una sociedad que está con enormes contradicciones sociales. Finalmente, todos estos temas de la delincuencia y violencia radica en las desigualdades sociales en donde la mayoría de la población no se siente favorecida por el Estado. Todos esos factores permiten que se desarrollen paraestados y distintos sistemas paralelos”, dijo el académico.
Por su parte, Paz Milet, académica del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, se refirió al proceso de re estructuración que vive ese país y a los desafíos pendientes: “Terminar con el nivel de violencia, la lucha de los carteles, el narcotrafico y la conflictividad interna. Pero también depurar lo que ocurre a nivel político, las grandes dificultades políticas de ciertos caudillismos que dañaron el sistema estructuralmente. Un gran desafío también es la reincorporación de México a nivel internacional, dándole legitimidad a su accionar”, señalò.
En México, en tanto, se han realizado distintas ceremonias para homenajear a Luis Donaldo Colosio. En esa línea, el delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en Nuevo León, Félix González Canto, destacó que a 20 años de su partida “su legado e ideario político, permanecen moviendo a la sociedad y a los priistas”.
