La Presidenta Michelle Bachelet llegó a la región de Tarapacá para encabezar la reunión acompañada por los ministros de Obras Públicas, Secretaría General de la Presidencia, Salud, Justicia, Energía, Transportes y de Vivienda.
Ahí se reúne a esta con los comités de emergencia locales, particularmente con autoridades militares de la zona, para coordinar los trabajos que quedan pendientes.
A las 12 horas comenzó una reunión de coordinación en la sede de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) dirigida por el ministro de Defensa, Jorge Burgos, quien destacó el funcionamiento de los protocolos.
El ministro indicó que “estamos muy satisfechos por cómo han operado las coordinaciones, particularmente yo puedo hablar por el ministerio de Defensa. Han sido en tiempo rápidas, han sido eficientes hasta el momento, y entiendo que por lo que señaló públicamente el ministro del Interior ayer, tenía el mismo estado de satisfacción respecto de todas las unidades que operaron en relación con la Onemi y con el ministerio del Interior. En la mañana hubo sobrevuelo de un helicóptero, estoy a la espera del informe que tiene que entregar el General de División, Ricardo Martínez, Jefe del Estado Mayor Conjunto, sobre las novedades de ese sobrevuelo”.
En general la situación en el norte ha estado controlada, dentro de lo que implica un cataclismo de estas características. Ya se comenzaron a normalizar los servicios eléctricos, e incluso la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) dispuso que en los establecimientos en que se suspendieron las clases, “se proceda a la entrega de alimentos según proceda”.
Una situación compleja denuncian de todas formas en la comuna de Alto Hospicio, donde se ha registrado una gran cantidad de daños en viviendas y en estructura pública.
Además, el diputado independiente por Arica, Vlado Mirosevic, lamentó la falta de sirenas en sectores de esa ciudad: “En reemplazo de las sirenas en el borde costero que no existen, se supone que iba a actuar la sirena de Bomberos, pero estaba mala entonces no funcionó y por tanto no hubo simplemente una sirena que diera una alerta masiva. Más bien la gente tendió a evacuar por la cultura sísmica que hay en esta zona, pero no hay un sistema para dar aviso masivo a la ciudadanía”.
Más temprano, el director del Centro Sismológico de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos, aseguró que las réplicas podrían extenderse por meses y podrían alcanzar altos grados en la escala Richter. El subdirector de sismología, Mario Pardo, a su vez, descartó la existencia de nuevas marejadas o maremotos que afecten la zona costera.
El sismólogo informó que “producto de este terremoto habrán muchas réplicas y algunas de ellas se van a dejar sentir, incluso algunas pueden ser un poco más fuertes de las que se han sentido hasta ahora, y estas réplicas para un tamaño como el de este terremoto de 8,2 grados Richter es probable que las réplicas duren varios meses e incluso podría ser un año el período que uno debiera esperar para que estas réplicas desaparezcan”.
A modo de resumen: se registran 800 mil evacuados, la cifra de seis muertos no ha aumentado a causa de las consecuencias de este desastre; se sufrieron cortes de agua y electricidad en cuya reposición se comenzó a trabajar esta mañana.
El Gobierno decretó estado de excepción constitucional de catástrofe para el norte grande durante la mañana, según la Presidenta Michelle Bachelet, con el fin de evitar situaciones de saqueo y de desorden, junto con colaborar con la autoridad de la zona