El proyecto original estipulaba reponer también la exclusividad universitaria para las carreras de Nutrición, Kinesioterapia, Terapia Ocupacional, Fonoaudiología y Tecnología Médica, sin embargo al aceptar la petición del diputado UDI, José Antonio Kast, de instalar el tema en votación separada en la Cámara Baja, no se logró alcanzar el quórum necesario, que de acuerdo a las críticas que esgrimieron parlamentarios y colegios profesionales, responde a la defensa de intereses económicos.

El presidente de la comisión de Educación, el diputado DC, Mario Venegas, señaló que después de escuchar a los colegios profesionales y especialistas, existió en la mayoría de los miembros de la comisión la convicción de que estas carreras recuperaran su rango universitario, para lograr una mayor rigurosidad, eficiencia y contar con una mejor formación profesional.

El diputado indicó que “al requerir o al adquirir la exclusividad universitaria, los CFT y los Institutos Profesionales ya no podrán seguir impartiendo la carrera, y en consecuencia allí hay un tema de mercado, en donde determinados intereses se ven afectados ciertamente”.

Venegas señaló además que “creo que el bien común general de tener profesionales en el área de la salud, un área tan sensible para nuestra población, altamente calificado, preparado con la mayor eficiencia, de tal manera que rindan un buen servicio a la población hace conveniente recuperar esa condición”.

La Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud, Fenpruss, representados por su presidenta Gabriela Farías, ha sostenido que después de la sorpresa que se llevaron en la Cámara -que calificaron de incomprensible- por la baja asistencia a la votación de la inclusión del resto de las carreras, afirman asimismo que esta iniciativa es vista como un riesgo para los empresarios que tienen inversiones en los Institutos.

“Vemos con un relativo optimismo lo que ocurra, por lo menos durante la semana pasada estuvimos conversando con varios senadores y todos ellos nos plantearon que estaban de acuerdo con reponer las carreras que estaban excluidas en este momento, pero la verdad es que esto también es un tira y afloja que tiene que ver con las personas o las entidades que tienen institutos profesionales, y que por lo tanto, ven en esta ley un riesgo para sus empresas, en el fondo, ven un riesgo económico en que no van a poder dar estas carreras en los institutos, pero nosotros esperamos que prime la cordura, la comprensión de los senadores respecto a que es necesario mejorar la calidad de las carreras, sobre todo las de salud”, indicó la dirigenta.

La preocupación de Farías radica además en el tipo de servicio que se presta en los establecimientos de salud, asegurando que la mala calidad en la formación de estos profesionales, repercute finalmente en la ciudadanía.

Gabriela Farías apuntó que “los daños que provoca el no devolverle el rango universitario a las carreras del área de la salud, no solo se relacionan con la calidad de la educación de los estudiantes que finalmente están saliendo de los institutos, sino que también eso redunda en que la atención a nuestros usuarios también se perjudica, la calidad de los profesionales por supuesto afecta a la atención que nuestros usuarios puedan recibir”

Esperando que la comisión de Educación entregue una señal de apoyo al proyecto de ley, incluyendo las carreras profesionales excluidas, Gabriela Farías manifestó que continúan con la coordinación entre las distintas organizaciones para demandar una rápida tramitación del proyecto y que se restablezca el rango universitario de este tipo de carreras que pertenecen al ámbito de la salud.