En diciembre de 2012 el Museo Histórico Nacional compró el archivo fotográfico (desde 1950 a 2007) del reconocido artista Luis Ladrón de Guevara (1926), destacado por su acucioso registro en imágenes del desarrollo económico chileno a través de los adelantos industriales que se vivieron en el país en el siglo XX.
La obra cuenta con cerca de 100 mil diapositivas de medio formato y 35mm en blanco y negro y color, que retratan los adelantos “tecnológicos, arquitectónicos y urbanísticos”, destacó el director del recinto cultural, Diego Matte, en la inauguración de la muestra “Estructuras” que organizó el museo para dar a conocer la relevancia de este fotógrafo.
“Es una colección que es, realmente, un viaje por la historia de la segunda mitad del siglo XX en Chile, porque cuenta sobre cómo se construyeron las grandes infraestructuras que permitieron el proceso de desarrollo del país”, explicó Matte, quien también agregó que “la profundidad del archivo y su magnitud abarcan tanto el desarrollo de obras civiles, infraestructura, como también toda una labor relativa al mundo de los trabajadores, los obreros y los pescadores a lo largo del país”.
Blanco y negro
La exposición presenta 69 imágenes en blanco y negro procesadas en formato digital que se exhiben en la sala Gobernadores del museo y en el espacio que esta institución tiene en el metro Plaza de Armas. “Decidimos que mejor era sacar todo lo que fuera en blanco y negro e eliminamos el color. Aquello porque parecía que el blanco y negro lo dominaba más, ya que encuentras en los negativos las mismas tomas, pero con distintas velocidades de obturación o con distinto diafragma. En cambio, en blanco y negro tenía esta cosa decisiva de la fotografía análoga que es sacar una distinta a la otra y le quedaban increíbles”, afirmó la curadora de la muestra, Carla Franceschini.
En la exhibición se observan instantáneas de 1950 a 1960 que cuentan acerca del trabajo industrial de Luis Ladrón de Guevara y también el lado social de éste. “Acá podemos ver las fotografías que Luis tomaba mirando para un lado, pero apuntando el lente a los obreros”, dijo la curadora.
Luis Ladrón de Guevara, por su parte, se mostró emocionado por “esta sorpresa” que le dio el museo, que según el artista “está en otra dimensión”. Sobre todo, porque siempre quiso dejar su legado en un recinto público, como es el caso del Museo Histórico Nacional, “una entidad que se encarga de preservar y difundir este material para que la gente pueda investigar”, agregó.
Otro hecho que lo alegra es que parte de su obra esté en el metro. Transporte público que fotografió siguiendo toda la trayectoria del tren subterráneo, desde la etapa de planificación.
Fotografía industrial
A diferencia de otros fotógrafos, Luis Ladrón de Guevara catalogó sus registros con gran esmero, contó la curadora, quien añadió que pareciera que todos los alumnos de Antonio Quintana tienen esa característica.
Desde joven este hijo del Premio Nacional de Arte, Laureano Guevara, y de la periodista danesa Else Larsen, se interesó por las comunicaciones y el arte. Fue por ello que a los 16 años entró a estudiar a la Escuela Nacional de Artes Gráficas, donde se recibió de publicista y grabador fotolitográfico, gracias a destacados profesores, como fue el caso de Quintana.
“Yo me interesé por los sectores productivos porque quise seguir el ejemplo de mi profesor Antonio Quintana, quien hacía ese tipo de fotos, fue uno de los precursores de la fotografía industrial y trabajó para la Corfo, entonces seguí esa onda que conocía un poco a través de él”, relató el autor.
A partir de ahí se desempeñó en la empresa Nestle- Chile y Shell, además de las compañías asociadas a Corfo, como Enap, Endesa, Iansa, Entel, Soquimich, entre otras, de las que se inspiró para hacer la imagen corporativa de un país en pujante desarrollo industrial hasta la crisis de 1982 y el cambio al sistema económico.
Pero antes de ello, participó de la muestra “El rostro de Chile” que organizó su maestro en 1959 y que llevó a un grupo de fotógrafos a recorrer el país capturando aquellas imágenes representativas de la nación. “Un tremendo gusto ser parte de eso”, exclamó a nuestra emisora un feliz fotógrafo que para ese momento de la inauguración de “Estructuras” firmaba libros y se retrataba con todos sus fanáticos.