El ISIL tiene ahora un proyecto político que es el califato, que no existe como figura legal internacional. El último califato fue desmantelado en el año 1920 cuando el nuevo y moderno Estado turco arrasó con las estructuras del viejo imperio otomano. Hoy, dicen los especialistas, esa figura no es viable y solo serviría para atacar desde dentro la soberanía de las naciones árabes y laicas, como Siria e Irak.
La estrategia de los Estados Unidos ha sido el desmantelamiento de Irak en tres estados más pequeños, lo que posibilitaría gobiernos más controlables basados en divisiones étnico-religiosas. Un estado kurdo al norte, un estado sunita en el centro y un estado chiita en el sur. En el pasado los kurdos lograron mucha autonomía asociándose con Estados Unidos y a los israelíes, sin embargo no han podido dar el paso de la independencia porque un estado kurdo iraquí seria visto con mucha desconfianza por el resto de los países.
Desde hace mucho tiempo los iraníes y los sirios ven un peligro en ISIL, y más ahora que tiene el control del pozo petrolero más importante de la región, cuentan con financiamiento y con armamento. Al entrar en Irak se quedaron con el armamento pesado que dejo la parte del ejército iraquí, tomando Mosul en unas horas. Resulta extraño que un ejército que tenía más de 50 mil hombres no quisiera enfrentarse a un millar de combatientes. Queda la duda si fue un ataque planificado con alguna complicidad interna en Irak.
El ex embajador de Chile en Egipto, Samuel Fernández asegura que la situación que se vive en Irak es muy complicada, pues no se vislumbra una salida pacífica al conflicto.
“Las vías de solución son todas violentas, de quién se logre imponer al otro y esto no ha ocurrido hasta ahora simplemente porque los combatientes en contra del califato ven en esto una imposición y esa imposición es la que se va a encontrar con una enorme resistencia por mil razones, por lo tanto es casi una guerra civil que o termina con un Irak divido en tres: los kurdos por una parte, los chiíes por la otra, los sunníes y todas las fracciones entre medio”, afirma Samuel Fernández.
El director del Centro de Estudios Árabes, Eugenio Chahuán, sostiene que el califato “no tiene mucho piso en la región”, porque debería ser en teoría la dirigencia de todo el mundo musulmán, agregando que el avance de este temido grupo tiene que ver con el vacío de poder que ha dejado la intervención estadounidense.
“Lo que se está viendo fundamentalmente es una situación de vacío de poder que ha capitalizado este movimiento de carácter radical que se hace llamar el estado islámico y que de cierta manera lo que pretende es fundar un califato, pero yo no creo que eso tenga mucho piso. Si el problema es que no hay en Irak un mando, no hay prácticamente un Estado y por lo tanto es explicable que un grupo de 10 mil combatientes sea capaz de avanzar sin nadie que detenga su paso, como un ejército regular, que es lo que hoy día no existe en Irak”, precisa Eugenio Chahuán.
Irak se habría convertido en territorio de nadie, dice el director del Centro de Estudios Árabes, con un grupo “terrorista” que utiliza la estrategia del asesinato y siembra el temor en la población.
ISIL tiene el control de una zona petrolera, pero además controla una zona estratégica que posee agua. Hoy sus enemigos son varios y se han aliado entre ellos para hacerle frente a su avance. La amenaza de un poder militar de los yihadistas para Siria es obvia, en tanto Irán tiene cercadas sus fronteras. ISIL podría convertirse en la mano siniestra de una posible invasión a Irán, que conllevaría a rediseñar esa parte del mundo.