En 1986, Cristina González publicó el cassette Mensajero del amor. Ahí había diez canciones, como “11 de noviembre”, dedicada a Sebastián Acevedo, el obrero que se quemó a lo bonzo en 1983, desesperado por la detención de sus dos hijos. También había versos como “el mensajero está seguro de vencer/si no es hoy día es mañana o después”, en la canción que dio nombre a la grabación, o “Yo le canto al hombre entero/al hombre combatiente/A su principio noble/la razón inclemente” (“Yo no canto”).
Eran los años del Canto Nuevo y el Café del Cerro y Cristina González tocaba acompañada por músicos como Claudio “Pájaro” Araya, de Huara; Jorge Campos, Jaime Vivanco y Cristián Crisosto, de Fulano: y Raúl Aliaga, que luego se integraría a Congreso.
Dos años después, la cantautora volvió a España, donde se había criado, cambió su apellido por Narea y desarrolló una carrera que la ha llevado a trabajar con músicos como Joaquín Sabina, Luis Eduardo Aute y Miguel Ríos, por ejemplo.
En febrero pasado, sin embargo, Cristina González volvió a Santiago y registró doce nuevas canciones junto a viejos conocidos: Raúl Aliaga y Claudio Araya nuevamente, acompañados esta vez por Federico Faure (Congreso) y Francisco Araya (Huara).
Luego retornó a Madrid y terminó la tarea con los músicos que habitualmente la acompañan allá: los guitarristas Osvi Grecco y José Romero; los pianistas Basilio Martí y Pedro Ojesto; y el tecladista Tito Dávila, ex miembro de Enanitos Verdes.
El resultado es Huesos de mar, el disco que acaba de publicar bajo el nombre de Cristina González Narea y que definió como un retorno a las raíces: “Sentía que hacía buenas canciones, pero que les faltaba identidad. Me di cuenta de que la identidad la llevo puesta, adentro, recordé de donde venía y lo tuve clarísimo. Por eso decidí venir a grabarlo acá. En España hay mucha gente que toca el tiple, el charango o el bombo, pero se trataba de tocar con gente que tuviera esta música incorporada dentro. Además, con mis compañeros de antes. Y no me equivoqué en absoluto, porque el disco quedó muy bonito”, dijo.
Ahora está de vuelta en Chile para presentar el disco en cuatro ciudades: Santiago, Valparaíso, El Carmen y Chillán. Serán presentaciones en las que estará acompañada por Raul Aliaga, Federico Faure y “Pájaro” Araya y en las que tocará, principalmente, sus nuevas composiciones.
Sin embargo, también habrá espacio para las antiguas canciones, nacidas en años que calificó como una mezcla de emociones: “Fue una época de todo nuevo. Por un lado, era horrible vivir en una dictadura y yo estaba cada vez más involucrada en la lucha contra ella, desde el trabajo cultural y político. Pero por otro lado, musicalmente, era toda la belleza, porque estaba descubriendo la composición, la creación de canciones, y sonando en directo con una fusión: letras de denuncia y musicalmente con plena libertad, intentando hacer todo el jazz y rock que se me imaginaba”, recordó.
Presentaciones
19 de julio. La Piedra Feliz, Errázuriz 1054, Valparaíso.
25 de julio. Pub Magnolia, Argentina 255, Chillán.
26 de julio. Salón del Hogar Parroquial de El Carmen.
28 de julio. Mesón Nerudiano, Santiago.