“Rusia ya cruzó la línea roja cuando fue derribado el avión” de Malaysia Airlines, indicó el presidente Petro Poroshenko, y calificó el confuso accidente que dejó alrededor de trescientos muertos como una “agresión abierta”.
El disparo habría sido hecho con una pieza de artillería de origen ruso pero que fue robado en una unidad del ejército ucraniano. Sin embargo no se ha comprobado si el gobierno ruso participó en la tragedia.
En la Cumbre del Consejo Europeo, Poroshenko amenazó que con que si mañana en el encuentro trilateral con Rusia y con los representantes de la OSCE -Agencia de Seguridad Europea-, no se decide “un alto el fuego” frenando el avance de los separatistas prorrusos, podría “haber una guerra a gran escala”.
El mandatario demandó a Unión Europea más apoyo en la lucha efectiva contra los separatistas prorrusos, y la presionó diciendo que en el caso de que hubiese guerra, se trabaría el ingreso de gas a Europa, justo ahora que se acerca el otoño e invierno en la zona.
Poroshenko reveló que los líderes de la Unión Europea acordaron preparar nuevas sanciones contra Rusia, y reforzar el equipamiento para una ofensiva.
La nueva fuerza militar, se llamaría Joint Expeditionary Force, estaría integrada por unos 10.000 soldados del Reino Unido, Noruega, Holanda, Dinamarca, los países bálticos y eventualmente también de Canadá, no obstante, hasta ahora su formación no ha sido confirmada.