La humanización del parto es el método mediante el cual las mujeres dan a luz a sus hijos por la vía vaginal, sin medicar sus cuerpos y sin aparataje tecnológico, pero con asistencia de profesionales obstétricos para reaccionar ante eventuales complicaciones.
Sin duda esta experiencia es muy significativa para las madres, ya que logran un intenso vínculo con el nonato desde los primeros meses de gestación.
En el año 2004, en la maternidad del Hospital de Villarrica, se creó un programa basado en la evidencia científica y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que fija los lineamientos técnicos en el manejo del trabajo de alumbramiento, donde las madres son acompañadas y preparadas para enfrentar el nacimiento lo más tranquilas posible.
Previo a ello, en 2007, el Ministerio de Salud creó un marco regulatorio y nació el programa “Humanización del Parto y Nacimiento”, en el marco del Sistema de Protección de la Infancia.
Hoy, con siete años de funcionamiento, el programa opera a nivel nacional, a través de los servicios de maternidad que asisten en educación pre natal y acompañan con atención personalizada durante el pre parto, parto y nacimiento.
Miriam González, matrona que integra el equipo del Programa Nacional de la Salud de la Mujer, señaló que los nuevos hospitales cuentan con salas de parto integral, que garantizan atención con privacidad y asistencia de un equipo multidisciplinario preparado en caso de emergencias.
Espacios que se están promoviendo a nivel nacional, a través de los servicios de maternidad.
Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas recalcó el apoyo del gremio a la iniciativa.
“Nosotros como colegio hemos apoyado y vamos a seguir respaldando el respeto por el proceso natural del trabajo de parto. En esa línea, el Ministerio, con su programa de Parto Humanizado logra su objetivo de la desmedicación del proceso. Es decir, dejar de inducir los partos con sustancias artificiales, que los tiempos fluyan de forma natural y que la mujer sea parte de un plan de parto guiado desde ella y nosotros, como profesionales que asisten este momento”, comentó Román.
Cabe señalar que Chile presenta la tercera tasa más alta de cesáreas entre 34 países, según la OCDE, acercándose al 40% de los nacimientos, mientras que la cifra recomendada por la OMS es de apenas un 15%, ya que la cirugía representa innecesarios riesgos para la salud de la madre y del hijo.
En el Colegio de Matronas señalan que no se debe demonizar la cesárea y que la ciudadanía debe tener conciencia de que desde los años 60 los partos fueron institucionalizados, por lo que están prohibidos realizarlos en los hogares.
Esta situación ha alertado al Colegio, ya que producto de una tendencia europea, han detectado un incremento de éstos, poniendo en riesgo la vida de las madres y del hijo por nacer.
“Nosotros hemos estado en contra y no vamos a permitir jamás la asistencia del parto en casa, pues una mujer sana en cinco minutos puede perder la vida y en esto el Gobierno ha dado señales claras de que sería delito. En Europa se pueden hacer porque es otro nivel de salud, ellos cuentan con casas de partos muy cercanas a los pabellones asistenciales de la urgencia, esa línea institucionalizada que sí estamos dispuestos a apoyar como Colegio”, sostuvo la profesional.
Ante el plan de Humanización del Parto, el colegio de Matronas recomienda proteger la institucionalización del proceso. Solo cabe señalar que las características relevantes del nuevo modelo son: cuidar la fisiología del parto y nacimiento; y permitir el protagonismo de la mujer sin poner en riesgo su vida ni la del niño por nacer.