El Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio es un proyecto de integración de once países –además de Chile- del área Asia-Pacífico, a saber: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. En las negociaciones se excluyen a dos importantes economías de la región, como son los casos de China y Corea del Sur.
El acuerdo busca profundizar la apertura económica entre estas naciones, sin embargo el proceso ha generado más de una crítica en los distintos países que están involucrados, y Chile no es la excepción.
Entre otros elementos, preocupa la poca transparencia con la que se han manejado las negociaciones, además de las cláusulas sobre propiedad intelectual y patentes que se han filtrado las últimas semanas, y que podrían tener repercusiones como el encarecimiento de medicamentos y productos tecnológicos.
Por esta misma situación, Michelle Bachelet, ya en su programa, expresó su preocupación sobre el curso de las negociaciones de acuerdo multilateral.
“Para nuestro país es prioritario impedir aspectos cuestionables que pudieran surgir en este acuerdo [TPP], pues, mal manejado, se transformaría en una renegociación indirecta de nuestro TLC con EEUU, debilitando acuerdos ya establecidos en materia de propiedad intelectual, farmacéuticos, compras públicas, servicios e inversiones, o llevaría a la instalación de nuevas normas en el sector financiero”.
No obstante, sorprendió a muchos quienes siguen el devenir de las negociaciones del TPP, que Andrés Rebolledo, director general de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, asegurara que el Acuerdo Transpacífico sería aprobado el primer semestre de 2015, lo que encendió las alarmas de las organizaciones que cuestionan este tratado.
El canciller Heraldo Muñoz salió a desmentir estas aseveraciones y explicó que, primero, el TPP debe ser analizado por la interna de cada país y “demostrar que las ganancias son mayores que las pérdidas” y enfatizó en que “no hay plazos específicos, hay reuniones en Washington, habrá rondas de encuentros, y luego una ministerial en febrero”.
El senador del PPD, Eugenio Tuma, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, señaló que una vez que el tratado sea enviado al Congreso para su aprobación, será analizado y en el caso que las cláusulas del acuerdo, efectivamente, contuvieran elementos que lesionen las ventajas comerciales que Chile tiene en la actualidad, él rechazará el TPP.
“Lo que yo voy a hacer es examinar ese tratado y que no se vulneren los derechos que ya tenemos adquiridos en los tratados con la mayoría de los países. Si es que se mejora nuestra posición yo voy a aprobar el tratado, o si lo mantiene igual. Pero si empeora nuestra posición en cualquiera de las materias, en propiedad industrial o en cualquier línea de comercio, yo voy a recomendar rechazar el tratado”, enfatizó Tuma
En conversación con Radio Universidad de Chile, el ex canciller de Perú, Rafael Roncaglioglo, dijo compartir las críticas e inquietudes de las organizaciones que están en contra del TPP, y enfatizó en la necesidad que países como Chile y Perú,analicen muy cuidadosamente todos los factores envueltos en el acuerdo, y eventualmente retirarse de él si la situación lo amerita
“Creo que nuestros países tienen que tener mucho cuidado en esta negociación, creo que la Alianza del Pacífico como conjunto tendría que mirar cuidadosamente estos riesgos que yo creo que son riesgos reales, y creo que en particular es una oportunidad para que los expertos y los negociadores peruanos y chilenos, busquen entrar o salir, eventualmente, de una negociación que no permita pasar por encima de estos problemas”, sostiene Roncagliolo.
Por su parte, el presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios Conadecus, Hernán Calderón, manifestó su preocupación por las implicancias que el TPP puede tener para Chile, sobre todo considerando que de manera indirecta se podrían estar renegociando las cláusulas ya existentes en tratados de libre comercio que se han establecido con todos los países miembros de estas negociaciones
“Es demasiado preocupante para Chile tener que aceptar un sinnúmero de condiciones que hoy día están establecidas en los acuerdos comerciales, y que se están revisando y cambiando. Ese es uno de los principales motivos por los cuales nosotros en el tema del Transpacífico no hemos estado de acuerdo con él”, expresó Calderón.
El economista y director general del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, CENDA, Hugo Fazio, hizo hincapié en el liderazgo de Estados Unidos para concretar estas negociaciones, y de cómo el TPP es una estrategia para recuperar su sitial en la región en vista de la arremetida de China en los últimos años
“En el Transpacífico no está China, y ahí surgen en las reuniones y cumbres en que se ha tratado el tema del Transpacífico, en que paralelamente surgió la propuesta que hace China de un acuerdo de todos los miembros de la APEC, lo que refleja que hay una lucha de posiciones en definitiva, o intereses muy fuertes en juego. Entonces en ese escenario hay que abrir la discusión clara sobre qué es lo que gana Chile”, advierte Fazio.
Ante el ofrecimiento por parte de China a los países miembros de APEC de un acuerdo económico similar al TPP, llamado Área de Libre Comercio Asia Pacífico, el ex canciller peruano Rafael Roncagliolo recomendó que nuestros países practiquen una política de no alineamiento entre Estados Unidos y el gigante asiático.
“Mi posición personal es que nuestros países tienen que volver a practicar la política del no alineamiento, en este caso entre China y Estados Unidos, porque nuestros países tienen una relación económica importante tanto con China como con Estados Unidos. En el caso de Perú, China es el principal socio comercial y en otros países ocurre lo mismo, entonces yo creo que nosotros no tenemos que alinearnos entre China y Estados Unidos, buscar las mejores relaciones con Estados Unidos, por supuesto que sí y sobre todo mantener las tradicionales relaciones económicas, pero sin por eso sacrificar las perspectivas de nuestra relación con China”, aseguró el ex canciller peruano.