A 10 meses del nuevo mandato de Michelle Bachelet un nuevo sondeo de Adimark establece el panorama político que incluye tanto la evaluación de la mandataria, como de partidos políticos y ministros.
En términos estadísticos la presidenta Michelle Bachelet no tuvo variaciones, pero la encuesta subraya que está en su peor momento ya que su aprobación fue de 2 puntos menos que el mes pasado (40 por ciento). En tanto la desaprobación subió 1 punto y quedó en 53 por ciento.
Donde sí hubo cambios significativos fue en la aprobación a la conducción según segmento socioeconómico, donde tanto en los niveles alto y bajo se registraron caídas respecto al mes pasado, siendo el nivel medio él único que estaría aumentando su adhesión con un 7 por ciento más que en noviembre.
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En cuanto a la evaluación de los ministros Heraldo Muñoz continua a la cabeza de las preferencias con un 81 por ciento, cifra que se condice con el respaldo a las relaciones internacionales que tienen un 70 por ciento de apoyo ciudadano.
En la otra vereda están los ministros de Transporte y Educación. Andrés Gómez Lobo a pesar de que aumentó 4 puntos y se queda con un 36 por ciento solo superó a Nicolás Eyzaguirre, peor evaluado con 33 puntos porcentuales. Las cifras podrían ser un reflejo de la lentitud y falta de definición en la reforma educacional, como también las secuelas de las fallas en el Metro.
Lo que no se alcanzó a medir fueron las reacciones por la renuncia de la ex ministra de Salud, Helia Molina ya que el trabajo de campo para esta medición terminó el 30 de diciembre, misma fecha en que se desvinculó del gobierno.
En tanto todos los presidentes de partido evaluados tienen un nivel de desaprobación mayor al de aprobación. Los que salieron mejor parados fueron Ignacio Walker de la DC y Jaime Quintana (PPD) ambos con un 39 por ciento, seguidos de cerca por Osvaldo Andrade del Partido Socialista con 37 por ciento y Guillermo Teillier del PC con un 35. Atrás quedó Cristián Monckeberg de Renovación Nacional con 31% y peor evaluado fue Ernesto Silva de la UDI con apenas 27 puntos porcentuales.
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Finalmente las reformas conducidas por el Gobierno presentaron leves mejorías respecto a noviembre pero siguen siendo mal evaluadas obteniendo baja aprobación.
Mientras un 43 por ciento apoya la Reforma a la Educación un 53 por ciento la rechaza. Y en la Reforma Tributaria a pesar de haber menos distancia un 42 por ciento la aprueba y un 47 por ciento la rechaza. Incluso en este último ítem la percepción general es que afectará a la clase media, disminuirá los empleos y no ayudará a bajar la desigualdad.
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