La Presidenta Michelle Bachelet viajó a Nueva York para presidir una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, luego de una semana llena de cuestionamientos enfrentados por el canciller Heraldo Muñoz al recaudar, a bordo de un yate, supuestos fondos extranjeros para la campaña presidencial de la mandataria, lo que podría configurar una infracción a la ley electoral.
El ministro de Relaciones Exteriores contestó a los dichos asegurando que los que contribuyeron fueron un número reducido de compatriotas residentes en Nueva York, no hubo aportes de extranjeros, y las contribuciones de los chilenos se realizaron por los mecanismos que establece la ley.
“Los montos de los aportes fueron muy inferiores a lo que se ha señalado en algunos medios, lo recaudado corresponde a aportes de individuos particulares chilenos deseosos de ejercer su derecho ciudadano desde lejos”, dijo Muñoz.
Sin embargo, desde la Alianza solicitaron al Gobierno explicaciones sobre la forma en que los recursos ingresaron al país y el registro de las personas que participaron del evento.
Renovación Nacional envió un oficio a Naciones Unidas solicitando información sobre si el canciller habría incurrido en alguna inhabilidad mientras era parte de los dirigentes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El diputado y presidente de RN, Cristián Monckeberg, sostuvo que el canciller debería resolver problemas de relaciones internacionales del país y no estar dando explicaciones sobre un viaje.
“Pensar que arriba del yate no pasó nada y que solamente fue un paseo inocente de personeros políticos, es creer en el viejito pascuero. Se tiene que resolver como ingresaron los fondos pero el mayor papelón es que el canciller esté metido en esto” señaló Monckeberg.
No obstante, de la relación del dinero y política ha sabido últimamente la UDI con el polémico caso Penta. Este fin de semana el ex subsecretario de Minería de Sebastián Piñera, Pablo Wagner, formalizado por delitos de cohecho y lavado de dinero, mediante una carta pidió perdón por sus errores a su familia y a la UDI, partido al que además renunció después de 22 años de militancia.
Monckeberg, opinó que alguien que pide perdón significa que está arrepentido de sus errores que causaron daño político a su ex partido, pero son los tribunales y la fiscalía los que tienen que resolver.
Igualmente, el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade valoró las disculpas Wagner, siempre que “sea un perdón genuino, que diga la verdad”. Además llamó a la UDI a no restarse de la discusión sobre proyecto de ley que busca prohibir el financiamiento de campañas políticas desde las empresas y limitar los aportes reservados.
Por su parte, el senador independiente Carlos Bianchi, criticó el actuar de los actores políticos involucrados que recuerdan la teoría del empate entre oficialismo y oposición, con los dos polémicos casos.
“A partir del lunes ocurrirá un canibalismo político pocas veces visto en la historia. Aquí se van a comer unos con otros intentando eliminarse para al final decir estamos todos mal, por lo tanto, tomémonos de las manos y veamos como salimos de esto que no nos conviene ni a uno ni al otro”, aventuró el legislador.
Bianchi concluyó que la justicia como nunca en su historia tendrá que demostrar su total autonomía y llevar adelante un proceso de investigación profundo sobre los manejos económicos oscuros.