El 22 de abril de 1916 se puso la primera piedra para la construcción de la Iglesia del Niño Jesús de Praga, conocida como Los Carmelitos. La estructura que se destaca por su torre hexagonal, está ubicada al inicio de la avenida Independencia, en la comuna del mismo nombre, y luego de 100 años de funcionamiento ininterrumpidos, su fachada será restaurada bajo una técnica de última generación, avalada por la Unesco.
Su historia parte en 1690, con la llegada de las religiosas Carmelitas a Chile, y la construcción de la iglesia y Monasterio Carmen Alto, situado en Alameda de las Delicias, esquina Carmen, frente al cerro Santa Lucía. De este lugar, las religiosas se trasladaron a la actual avenida Independencia en 1760, cuando fundan el Monasterio del Carmen Bajo en la Cañadilla.
Luego, con la llegada de los sacerdotes de la orden en 1889, se instala la comunidad de eclesiásticos en la intersección de la avenida con General Borgoña, actual sede de la comunidad de Padres Carmelitos de Chile y Sudamérica.
En 1901 el clérigo Juan Rufo de San José diseñó una nueva capilla que se inauguró en 1909 y que fue epicentro de devoción hacia el Niño Jesús de Praga por curar de una grave afección a Rosa Fernández de Ruiz-Tagle, tía y madrina de Sor Teresa de Los Andes.
En ese contexto nació el interés del sacerdote de elaborar el templo que hoy en día es posible admirar. Su estilo neogótico se aprecia en cada detalle, ya sea por la torre que se alza imponente en su fachada, como por la distribución que hay al interior de la nave.
Ante esta historia, que conlleva valores patrimoniales, urbanos, sociales y turísticos, es que el municipio de Independencia, junto al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, llamó a licitación el año pasado para restaurar la cara visible del edificio.
El proyecto presentado por la municipalidad obtuvo un presupuesto total de $85.083.810 gracias al Fondo del Patrimonio Cultural. La empresa a cargo de las labores de limpieza y reparación es Intervención Urbana, quienes son los primeros en traer la tecnología de Hidro-Gommage.
Para el alcalde de la comuna, Gonzalo Durán, llevar a cabo esta iniciativa significa una serie de cambios que benefician a toda la comunidad.
“Decidimos dedicarnos a este edificio, neogótico, que es muy relevante desde el punto de vista patrimonial y que es la puerta de entrada de Independencia. Esto supone restaurar, recuperar la fachada y el entorno. El espacio estaba convertido en un verdadero basural, entre carros y kioscos. Con disposición fuimos generando un mejoramiento del entorno que pusiera en valor este edificio”, indicó.
Asimismo, Durán señaló que la recuperación y protección del patrimonio supone la modificación del plan regulador comunal, con el cual se espera reconocer 67 edificios de gran valor y rescatar dos barrios que son zona típica, como la población Manuel Montt y el Barrio Los Castaños.
La iglesia como centro social y cultural
Para la autoridad comunal, la iglesia ha sido piedra angular, para las comunidades inmigrantes y los vecinos. Más aún, para el académico de la Universidad Sek y experto en patrimonio, Luis Alegría, la configuración cultural en Chile mantiene un aspecto importante con lo religioso, que proviene del sincretismo de las sociedades latinoamericanas.
Ello porque, según Alegría en nuestra historia, “el tema religioso es quizás uno de los elementos relevantes de la configuración identitaria de Chile, no tiene que ver con la estructura y jerarquías de la iglesia, sino con los ritos y prácticas que se desarrollan alrededor de éstas” afirmó.
Alegría explicó que el templo era una zona de referencia, ya que incluso participaba de los aspectos administrativos.
“El sector de Mapocho es muy importante, porque también tiene un poblamiento bastante antiguo. La ciudad de Santiago surge o nace con su propia periferia que es el barrio la Chimba, y entonces ahí, el rol de la iglesia es activo como ente de articulación social muy importante, asociado a las prácticas culturales también. Uno ve una serie de iglesias que están articuladas entre sí, como por ejemplo el Convento de la Recoleta Dominica o la propia Iglesia San Francisco”, apuntó.
Restauración, el gran paso
La compañía Intervención Urbana, utilizará la misma técnica, que se ocupó en la Catedral de Notre Dame, en Paris, Francia.
Previo a la aplicación del sellante, se tuvo que determinar cuáles eran los problemas que presentaba la estructura. Entre ellos se encontraban patologías dadas por la polución atmosférica, ya que es una iglesia que no se ha limpiado durante 100 años, problemas de tipo humano, como la orina y los rallados; por fecas de las palomas y humedad.
Según lo señalado por el jefe de proyecto, Yure Ayala, el proceso consiste en la aplicación de un abrasivo de aire y agua a muy baja presión, para después dar paso a la intervención.
“Una vez que está limpio el edificio se le va a aplicar un protector hidrófugo que impide que penetre el agua al interior del muro, pero a la vez, permite que éste respire. Es un protector contra el aceite, que impide la adherencia de la polución sobre el soporte, es decir ésta va a caer y basta que se haga una mantención simple con agua y el polvo va a salir, no se va a adherir, y adicionalmente es un producto que es anti graffiti”, comentó.
Para el experto, cada restauración es única, ya que los procedimientos están en función del soporte, es decir el material con que está hecho el edificio, “lo que nosotros siempre respetamos es que la fachada evidencia que es un edificio que sufre con el tiempo”, afirmó.
La restauración de la fachada de la Iglesia Los Carmelitos estará lista a fines de marzo, y a la par se ha iniciado las labores de restauración de la piscina escolar de la Universidad de Chile, la cual fue construida en 1929, y diseñado por el reconocido arquitecto chileno de origen polaco Luciano Kulczewski.