A pocos meses que el Congreso aprobara la reforma al Binominal, las primeras rencillas electorales ya se están haciendo presentes en la escena política nacional, como sucedió la semana pasada con el duro intercambio de palabras, tanto a través de la televisión como en redes sociales, entre el senador del PS Fulvio Rossi, y el diputado comunista Hugo Gutiérrez, quienes representan a la región de Tarapacá.
Sin embargo, el académico y miembro del Observatorio Político-Electoral de la Universidad Diego Portales, Mauricio Morales sostiene que la pugna entre el senador socialista y el diputado comunista va más allá de una simple controversia electoral.
“Algunos está intentando mantener su cupo en el Senado, y otros diputados quieren acceder al Senado, ya sea mediante la crítica al incumbente, ya sea que piensan que con la apertura de un nuevo cupo, ellos van a acceder a esa posición, pero en el caso de Gutiérrez y Rossi, la competencia va mucho más allá de una cuestión electoral, es una competencia mucho más de fondo, y de hecho las prácticas o las peleas en las que han caído a través de Twitter y la prensa termina por desprestigiarlos a ambos”.
Por otro lado, el Coordinador del Programa Sociedad y Política de Libertad y Desarrollo, Jorge Ramírez, estima que si bien con este nuevo sistema proporcional corregido electoral, se puede oxigenar la política con el ingreso de nuevos rostros al Parlamento, no es resorte del procedimiento eleccionario superar el descrédito en que está sumida la clase política
“El descrédito de la clase política es un fenómeno mucho más complejo, amplio y multivariable que sólo lo que concierne a la dimensión estrictamente electoral. Claramente esta lógica de los dos grandes bloques, va a tener que coexistir con la aparición de nuevas agrupaciones que, por una cuestión matemática de la aritmética electoral, van a tener más chances o probabilidades de acceder a la representación parlamentaria”.
El aumento de escaños, hasta cinco senadores por circunscripción, en algunos casos, puede acarrear que incluso la competencia por estos cupos sea al interior de los mismos partidos, entre ellos y con la otra coalición, lo que aumentará la competitividad e incertidumbre de los resultados electorales, sostiene Mauricio Morales.
“Dentro de la coalición en un distrito que reparta cinco escaños, por ejemplo, va a haber representantes del PPD, del PS, de la DC, del Partido Radical, del Partido Comunista e incluso dos representantes de un mismo partido, y esos representantes o esos candidatos del mismo partido van a competir por el cupo, ese partido va a competir con los otros partidos de la coalición, y la coalición va a competir con la coalición del frente con el fin de acceder a más escaños, por lo tanto va a ser un ambiente mucho más competitivo y menos predecible para los ciudadanos”.
Para Ramírez, el nuevo sistema podría implicar que la disputa electoral se torne más ideológica y política que antes, ya que desde su punto de vista, la competencia tenderá a ser más entre pactos o coaliciones de distinto signo, cuestión que con el Binominal se circunscribía a la competencia contra el compañero de lista.
“Con este nuevo sistema, uno podría ver una disputa algo más ideológica, entre las distintas posiciones políticas, dado el hecho que las etiquetas partidarias van a ser más fuertes, se esperaría un debate político un poco más ideológico, y menos cosificado, por decirlo de algún modo”.
Si bien con matices, ambos especialistas consideran que el nuevo sistema electoral proporcional es un avance con respecto al Binominal, y enfatizan que lo más interesante será el aumento de los niveles de competencia entre las distintas fuerzas políticas que aspiran a alcanzar uno de los 155 escaños de la Cámara, o uno de los 50 puestos del Senado.