A pocos metros del cerro Santa Lucía se estableció José Gil de Castro cuando llegó a Santiago, en 1813. Ahí instaló su taller y desarrolló gran parte de sus primeras obras en el país. Dos siglos más tarde, a pocas cuadras de ese lugar y de la plaza que hoy lleva su nombre, el “Mulato ha vuelto a ser protagonista.

Pintor de libertadores se llama la exposición que se inaugura en la tarde de este miércoles y se mantendrá abierta hasta el 21 de junio, con cerca de un centenar de sus obras repartidas por el primer piso del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA).

Son retratos que hoy pertenecen a colecciones públicas y privadas y fueron reunidos en el marco de una investigación que se inició en 2008, con el apoyo de la fundación Getty, y que a lo largo del tiempo convocó a expertos peruanos, chilenos y argentinos. También se sumaron otras instituciones chilenas, como el Museo Histórico Nacional (MHN) y el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), que colaboraron en análisis técnicos que arrojaron algunas sorpresas.

“El retrato de Francisco Calderón Zumelzú, que se exhibe acá, fue pintado sobre un retrato del rey Fernando VII que el propio Gil de Castro había pintado en 1816. Muchos años más tarde, recicló la tela y pintó encima el retrato del oficial patriota. Es una consumación simbólica de la Independencia que es muy interesante”, dice Natalia Majluf, directora del Museo de Arte de Lima (MALI) y curadora de la exposición, acerca de uno de los descubrimientos de la investigación.

Simón Bolívar (1825).

El título de la muestra, no obstante, remite a la estatura que Gil de Castro alcanzó años más tarde, al calor de los procesos de Independencia de los países latinoamericanos. Suyos son los retratos de Simón Bolívar, Bernardo O’Higgins, José de San Martín y otros personajes que lideraron las revueltas de aquellos años: “Esta exposición demuestra que por su ubicuidad en el momento de la Independencia y por la extraordinaria capacidad que tuvo para registrar a prácticamente todos los líderes importantes del proceso, Gil de Castro es un pintor regional”, señala Natalia Majluf.

“La imagen emblemática de Bolívar en el Palacio Federal de Caracas, en la Casa de la Libertad de Sucre y en el Museo Nacional de Lima, es de José Gil de Castro. La imagen emblemática de José de San Martín, es de José Gil de Castro. Y, evidentemente, las imágenes emblemáticas de Bernardo O’Higgins son todas obras de Gil de Castro”, añade.

Según la curadora, “son pinturas que tienen 200 años, pero siguen vigentes. En nuestros países no hay escolar que no haya crecido con una imagen de Gil de Castro, han formado el imaginario nacional”.

La exposición, que ya pasó por el MALI, llega acompañada por la edición de un catálogo razonado de más de 500 páginas, que incluye 170 obras registradas con su historia y técnica, ensayos y otros textos en torno a la obra de Gil de Castro. “Tiene un legado valiosísimo y -como ha dicho el director del MNBA, Roberto Farriol- este un proyecto de puesta en valor de un pintor que ha sido distintamente valorado en cada país, pero que con este esfuerzo colectivo podemos empezar a mirarlo como el verdadero pintor latinoamericano que es”, concluye Natalia Majluf.

José Olaya (1828).

José Gil de Castro. Pintor de libertadores se exhibirá entre este jueves 2 de abril y el 21 de junio en el MNBA. Se podrá visitar de martes a domingo, de 10 a 18:50 horas, y la entrada es gratuita.