“Prosperidad con equidad” es el nombre de la séptima Cumbre de las Américas que se realizará en Panamá a fines de esta semana y que está precedida por la Segunda Cumbre Empresarial de las Américas en Chile. Sin embargo, es en lo político donde están puestas lasmiradas, ante los múltiples focos de tensión que se prevén. El primero de ellos es, indudablemente, la reaparición de Cuba, al asistir por primera vez después de ser expulsada el año 1962 de la OEA.
Así lo indicó Walter Sánchez, Director del Instituto de Estudios Internacionales (IEI) de la Universidad de Chile, para quien el retorno de la isla a estos foros, también implica que el gobierno de Raúl Castro deba, eventualmente, reorientarse a principios políticos imperantes en la región.
“La novedad, sin duda, va a ser este retorno, este reacercamiento de Cuba, tanto a las Cumbres, al sistema interamericano, como a una eventual nueva relación bilateral con Estados Unidos, pero a la vez, va a tener cierta tensión, por cuanto la normalización plena de las relaciones entre ambos países va a significar una presión fuerte al régimen cubano para que se reoriente con los principios del sistema interamericano que son, básicamente, la democracia representativa”.
El doctor en ciencia política advirtió que otro de los focos será el encuentro entre Barack Obama y el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, quien hará entrega de diez millones de firmas para exigir la derogación del decreto por el cual el presidente de Estados Unidos declaró a su país en “emergencia nacional”,al tildar a Venezuela como una “inusual y extraordinaria amenaza” para la seguridad de la potencia del norte.
Además, en el encuentro estarán presentes las esposas de Leopoldo López y Antonio Ledezma, quienes visitan el encuentro como parte de lo que denominan “la campaña inédita contra la censura” que se vive en Venezuela.Al respecto, el politólogo de la Universidad de Buenos Aires y analista internacional. Juan Manuel Karg, sostuvo que Estados Unidos está “encajonado” porque debe cambiar sus estrategias.
“Estados Unidos no puede seguir con el mismo tipo de relación con América Latina que tuvo hace cinco décadas atrás. O sea, no puede intentar imponer condicionamientos a otros países de tal forma como intentó con Cuba porque se demostró que esa estrategia es equivocada, y es lo que dijo el propio Obama. Si esa estrategia es equivocada con Cuba, porqué no lo sería con Venezuela. Esa es la duda que nos tiene a todos los analistas internacionales expectantes lo que suceda en Panamá para analizar en nuevo escenario de América Latina”.
Para el analista “la contradicción o ironía” de estar presionando al régimen venezolano y dando apertura al cubano, responde más a los intentos de Estados Unidos de equilibrarse geopolíticamente decara a las elecciones 2016, donde se ve cómo Estados Unidos negocia al mismo tiempo con Cuba y con Irán.
Y si bien las incertidumbres de este balancín diplomático sevan a trasmitir al resto de las naciones, los analistas sostienen que América Latina no está en el radar de los esfuerzos del país norteamericano (más allá de seguir tomando parte y porción de los recursos naturales) y, a la vez, día a día se debilita su fuerza en el continente. Sobre esto se refirió en analista internacional, Pablo Jofré.
“En el tema hegemónico Estados Unidos ha quedado bastante atrás. Hay otros actores internacionales que están teniendo presencia en Latinoamérica que es China, en el caso de Venezuela, del canal interoceánico en Nicaragua, Rusia con su presencia en hidrocarburos, Irán a nivel de conversaciones con Venezuela, con Brasil, con Argentina, por tanto el recuperar la hegemonía que alguna vez tuvo no pasa por declaraciones, sino que más bien por determinaciones de fuerza que los países latinoamericanos no están dispuestos a aceptar”.
En este marco, también se espera que aparezcan los conflictos internos, como ya es frecuente, con la exposición en la instancia de la demanda marítima boliviana a Chile, o la situación de países muy golpeados por las catástrofes ambientales.
Así, pese al delicado escenario, las naciones fácilmente podrían tomar acuerdos en torno al combate a la pobreza, el aumento de la cooperación en materias de Salud, Educación, Medioambiente, y Energía, además de realizar un intento por fortalecer la gobernabilidad democrática y la participación ciudadana en los países.
Pero más allá de esto, los analistas señalan que es poco lo que se puede esperar de la Cumbre, porque estará sacudida por elementos políticos externos que ponen en foco en la configuración de una nueva arquitectura de las relaciones dentro de los países de la región.