La agenda de probidad y transparencia del Gobierno avanzó en seis nuevos proyectos legislativos, y si bien quedan varias iniciativas de las recomendadas por la Comisión Engel sin elaborarse, la Ley de Partidos Políticos es el gran proyecto que se espera para esta semana.
La nueva ley orgánica según dirigentes de la Nueva Mayoría ha generado tensas discusiones al interior del oficialismo, principalmente por los plazos para uno de sus más controversiales puntos: el refichaje o la reinscripción de la totalidad del padrón de los partidos en el Servicio Electoral.
El presidente de la Cámara de Diputados, Marco Antonio Núñez (PPD) reconoció lo compleja que ha resultado la discusión prelegislativa, y asegura que hay partidos que se oponen a la democratización de sus propios espacios, considerando que esto podría costarles el financiamiento público que se propone.
Por su parte, el senador del Partido Socialista Carlos Montes adelantó los efectos que han generado los eventuales costos del refichaje de militantes, principalmente por el momento político que vive el país, que podría ser un factor negativo para que aquellos que en otra coyuntura política se hicieron militantes, lo vuelvan a repetir.
Para Joaquín Godoy, diputado y presidente de Amplitud, los grandes partidos políticos buscan que “el grueso de los recursos lleguen a sus arcas”, situación contraria al espíritu del financiamiento público porque “la idea es justamente que permita emparejar la cancha para aquellos que no tienen representación”.
Y si bien nadie lo reconoce públicamente, detrás de los temores de esta nueva ley estaría el ingreso de nuevos actores al sistema, así lo planteó el senador Montes.