Conscientes que en Chile esto de la historia y de la memoria es cuestión de eruditos, las académicas Bárbara Silva y Josefina Cabrera emprendieron la tarea de buscar un día de cada año del siglo XX en el que haya sucedido un hecho digno de destacar. De modo que la selección de qué hechos, por qué precisamente aquellos y no otros hayan sido elegidos durante los 365 días que componen cada uno de los años entre el 1900 y 1999 es la primera pregunta que nace frente al libro Chile: Cien días en la historia del siglo XX, editado por Planeta.

Se trata de un libro a través del cual estas dos jóvenes doctoras en Historia se atreven a cruzar la invisible barrera de la academia para instalarse en un terreno desconocido en estas tierras, como es la divulgación histórica. Una manera de hacer historia que en nuestro país empieza a crecer pero que en naciones más desarrolladas tiene multitudes de adeptos. Un espacio en el que se han instalado tanto periodistas como narradores, historiadores e investigadores y también charlatanes, seamos honestos, para hacer esa relación de hechos de nuestro pasado de una manera que no huela a texto escolar.

Este esfuerzo, en un país donde lo más cómodo es dar vuelta la página y olvidar o, peor aún, pensar que “ya pasó la vieja”, es justo y necesario darle toda la tribuna a aquellos que decidieron descorrer esa pesada cortina llamada historia. Porque lo importante no es la historia en sí, sino que el encuentro que se produce entre una lectora o lector curioso y un libro que narra hechos históricos que puede elegir a su antojo y empezar a revisarlos por donde se le plazca. Una excepción al canon, donde sus 100 entradas o diferentes temas se exhiben como si fuese una gran mesa en la que se aprecian maravillosas preparaciones que han salido de una cocina amplia donde también hicieron sugerencias más especialistas pero finalmente, dirigieron dos refinadas cocineras. Bárbara Silva y Josefina Cabrera reconocen que este es un libro que les significó seleccionar, sobre todo elegir, qué hecho destacar entre tantos que se dan en un año en particular.

Y la lista de las 100 crónicas que nacieron de este esfuerzo permite decir tantas cosas, muchas más que 100, por cierto. Como que en la amplia selección de temas los medios de comunicación son un hecho que las autoras han decidido destacar. Así, relatan la aparición de la revista Sucesos y Zig Zag a comienzos del siglo XX, junto a la revista El Peneca, cuando recién los niños empezaron a ser tratados como tales, y no como hombrecitos y mujercitas pequeñas sin mundo infantil y que, por lo mismo debían trabajar tempranamente.

La cuestión social es otro tema que se aprecia en estas breves crónicas que retratan el Chile del 1900, donde la llegada de la peste bubónica, como las matanzas de Santa María de Iquique, se ensañó con los más pobres.

Como se trata de una larga lista imposible de resumir, fijamos la mirada en las últimas décadas del siglo XX, desde el Golpe militar. Y, por supuesto, que es el golpe de Estado el que inicia una serie de hechos o crónicas como la creación de la DINA, a menos de un año del quiebre institucional. No destacan las jóvenes autoras ninguna violación a los DD.HH. en particular como una manera, dicen, de no privilegiar el horror de uno u otro. Noticias que hasta aún siguen ocupando los medios de comunicación y las redes sociales que hablan de su actualidad y persistencia hasta que se logre saber la verdad y se haga justicia.

La penúltima crónica de Chile: Cien días en la historia del siglo XX es la detención de Pinochet en Londres, que no se limita a contar lo que sucedió ese 16 de octubre de 1998, cuando el dictador fue detenido por agentes británicos del Scotland Yard en la London Clinic. Lo que hicieron estas historiadoras de manera notable es resumir en menos de tres páginas qué pasó con Pinochet y cómo logró volver a Chile para quedar sentado para siempre en el sillón de la historia patria a sus anchas, sin una sentencia que lo incrimine como un asesino.