De acuerdo al último reporte emitido desde el Hospital Clínico de la Universidad Católica, el sacerdote jesuita José Aldunate ha manifestado signos de mejoría en su estado de salud, luego del infarto cerebral que sufrió ayer lunes y que lo mantiene internado en dicho centro asistencial: “En el momento actual se encuentra estable, entiende y habla sin dificultad y está bajo los cuidados del equipo de Neurología Vascular de nuestro Hospital Clínico, el que le está entregando al padre Aldunate los cuidados médicos necesarios para lograr la mejor recuperación de su estado de salud”.
Por su parte, a través de un comunicado emitido desde la congregación jesuita, se señala que el padre Aldunate “tiene afectado principalmente su lado izquierdo del cuerpo, con movilidad limitada de su pierna y su brazo. A lo largo de la tarde fue presentando leves mejorías. Anoche estaba un poco somnoliento pero entendía las instrucciones que le daba el personal médico, contestando con cierta dificultad las preguntas que le hacían”.
El religioso se encuentra en la Unidad de Cuidados Intermedios de neurología del recinto de salud, hacia donde fue derivado desde la sección de Urgencia lugar donde habría hecho su ingreso en un principio, no obstante su estado continúa siendo de gravedad, por lo que cercanos al sacerdote han llamado a realizar cadenas de oración por su recuperación.
El clérigo se ha destacado por la férrea defensa de los derechos humanos, siendo una de las prominentes figuras de la iglesia Católica que en Dictadura se manifestaron en contra de los crímenes cometidos por miembros del régimen de facto.
José Aldunate, cura obrero y doctor en Moral, fue parte de los fundadores del Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo en 1983, grupo que realizaba manifestaciones pacíficas en plazas públicas y también en los frontis de los recintos de detención de la CNI. Además, ha tenido una activa participación en la transformación de la ex Villa Grimaldi, llamado cuartel Terranova por la DINA, en el Parque por la Paz que mantiene viva la memoria de quienes sufrieron torturas y la muerte en dicho recinto.