El 16 de septiembre de 1973, luego de permanecer detenido y ser torturado al interior del ex Estadio Chile, Víctor Jara murió acribillado por 44 impactos de bala. Su cuerpo apareció más tarde en un sitio eriazo, a un costado del Cementerio Metropolitano, junto al del ex director de Gendarmería, Littré Quiroga, y otras dos personas no identificadas.
A 42 años de los hechos, el Estado acaba de decretar que ese lugar es Monumento Histórico como Sitio de Memoria, según determinó el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN).
La declaratoria incluye la muralla del cementerio, una franja de 30 metros y el memorial de granito que fue inaugurado el año pasado y es el resultado de un trabajo que más de 20 organizaciones de Lo Espejo han desarrollado hace años, en coordinación con la familia de Víctor Jara.
“Estamos tremendamente contentos y emocionados de que se haya aprobado porque nos da garantía para proteger el lugar y que el Estado lo cuide, junto con las organizaciones. Por lo menos tenemos, de parte del Estado, un decreto y una acción concreta que indica que ese lugar no se puede intervenir, no se pueden hacer excavaciones, hay que pedir autorización si uno quiere hacer alguna cosa ahí, para que el sitio se mantenga tal cual como está hoy”, dice Rosa Núñez, representante de la Escuela Artística Comunitaria del sector.
“Así, nosotros podremos seguir contando la historia de lo que ocurrió ahí, en las mismas condiciones como ha sido todos estos años”, añade la dirigenta.
La postulación ante el CMN precisó de una investigación que se inició el año pasado y fue acompañada por firmas de 2.188 personas que apoyaron la iniciativa. “Fue un logro de muchos años en que los vecinos y las organizaciones sociales hemos ido trabajando en este espacio. Fue un trabajo arduo de investigación y es un logro de los vecinos. La institucionalidad o las autoridades políticas dieron su apoyo, pero la gestión y todo lo que implicó que se declarase como sitio de memoria fue un trabajo de las organizaciones sociales de Lo Espejo”, destaca Leonardo Burgos, director del Centro Cultural Violeta y Víctor en la Memoria.
Ahora, los vecinos pretenden que el lugar se incorpore a la ruta de sitios de memoria de Santiago, para lo cual pretenden construir un parque y hacer un gran mural en el costado poniente del Cementerio Metropolitano, entre otras acciones. “La idea es que vengan de diferentes partes del mundo a visitar este espacio y para eso tenemos que construir un espacio de memoria”, señala Leonardo Burgos.
“Hace más de 40 años que ese es un sitio de romería. En los minutos difíciles, la gente igual llegaba con su clavel rojo, de manera más silenciosa, pero siempre fue un lugar en que la comunidad ha rendido homenaje. Eso es lo que queremos relevar”, concluye Rosa Núñez.