El 0,25 por ciento del electorado que votó en la última elección de diputados es la última palabra del Ejecutivo como requisito para la inscripción de partidos políticos, esto en el marco del debate del proyecto de ley de Fortalecimiento de la Democracia.
La iniciativa, que fija las exigencias para el funcionamiento y financiamiento público de las colectividades, retoma su discusión la próxima semana en la comisión de Constitución, Legislación y Justicia y, junto a otras materias de regulación, la del guarismo anticipa discrepancias.
Esto, porque transversalmente los distintos partidos políticos más consolidados y tradicionales estarían por subir esta cifra y rigidizar los requisitos de inscripción.
Así lo dejó ver el presidente de RN, Cristián Monckeberg, quien le quitó peso al hecho que el guarismo de 0,25 lo acordó el ex ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, con el movimiento Amplitud, cuando se discutía el fin del sistema binominal.
“A mí me gusta la idea del 0,5. Los acuerdos se terminan cuando se firman otros acuerdos, y por lo tanto en esta materia aquí no hay que velar por acuerdos más o acuerdos menos, hay que velar porque tengamos buenos partidos políticos, que sean representativos, y no que un puñado de personas constituya un partido y presente un candidato presidencial. Si queremos que la política tenga cierto grado de seriedad, hay que subir los requisitos para constituir partidos serios. Esto no se trata de falta de competencia”.
Para el diputado de Amplitud, Pedro Browne, la cifra que plantea el Gobierno es correcta, en orden a adecuar estos requisitos a los distintos territorios.
“El 0,25 puede ser que en algunas regiones produzca números muy pequeños de militantes y eso se está corrigiendo con poner un piso mínimo, que no tiene que ver con un porcentaje, sino con una cantidad mínima de adherentes en una región, pero el 0,25 en las grandes regiones es un número relevante. Siete mil firmas o adherentes en la Región Metropolitana, nadie puede decir que es un número que no es significativo. Probablemente hoy día que los partidos políticos van a tener que reinscribirse totalmente, no los vamos a ver con tantas ganas de que esas barreras de entrada sean tan altas”.
Justamente el refichaje de militantes es otro cambio reciente. El Gobierno decidió mantener la exigencia de una reinscripción total para acceder a financiamiento público, y según Browne, esto cambia la situación.
Viendo en general el tema, el cientista político Carlos Huneeus, aseguró que la Secretaría General de la Presidencia que dirige el ministro Nicolás Eyzaguirre, no ha sabido impulsar la agenda que contiene esta iniciativa.
“El problema de la falta de regulación de los partidos políticos y la falta de financiamiento es un problema extraordinariamente grave, y hasta el día de hoy ella no se ha preocupado, ni su ministro correspondiente, de sacar adelante una agenda que presione a los partidos para que ellos cambien y se modernicen, ese es el tema central”.
La reflexión de Huneeus se relaciona con informaciones de Palacio que indican que el Gobierno no garantizará el acuerdo que firmó con Amplitud el año pasado, para aprobar el cambio al Binominal.
Más allá de que hayan ingresado el proyecto en los términos convenidos ,no garantizará el cumplimiento de éste y podría ser cambiado por los parlamentarios.