Este miércoles fueron ingresadas, finalmente, las indicaciones del Ejecutivo al proyecto que moderniza las relaciones laborales, las cuales de acuerdo a la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, no alteran la esencia de lo que ya fue aprobado en la Cámara de Diputados.
Una de las más importantes, y que ha generado gran controversia al interior del Senado entre y entre parlamentarios del oficialismo, tiene que ver con el quorum exigido para crear sindicatos al interior de las mypes: “Si la empresa tiene 50 trabajadores o menos, podrán constituir sindicato 8 de ellos, siempre que representen como mínimo el 50 por ciento del total de trabajadores de la empresa”.
“En términos concretos esta regla implicaría, por ejemplo, que en una empresa con 10 trabajadores 8 de ellos podrían formar un sindicato. En una empresa con 20 trabajadores se requerirían 10, en una con 30 trabajadores se necesitarían 15, en una de 40 serían 20 y en una empresa de 50 trabajadores, sólo podría existir un sindicato con 25 o más trabajadores”, señala la indicación.
Además, en relación con el reemplazo en huelga, se establece la prohibición de esta práctica, y se enfatiza en que esta limitación remite a “los trabajadores en huelga” y no de los puestos de trabajo de los trabajadores en huelga”, no obstante, luego señala que se “autoriza al empleador a realizar las “adecuaciones necesarias” dentro de la empresa con el objeto de que los trabajadores que no están en huelga puedan ejecutar las funciones convenidas en sus contratos de trabajo”. Siendo esta una de las principales críticas desde el mundo sindical, toda vez que permitiría el reemplazo de funciones debilitando las manifestaciones y los objetivos que de ellas se quieran obtener.
Y en relación con la posibilidad de descuelgue de trabajadores en huelga, las modificaciones estipulan que esta pueda realizarse “bajo ciertas condiciones y luego de transcurrido un determinado plazo”, entre las cuales contempla que un trabajador no pueda descolgarse a través de la renuncia al sindicato.
“Una vez transcurridos 15 días en la mediana y gran empresa o 5 días en la micro y pequeña empresa, los trabajadores podrán reincorporarse a su trabajo, siempre que la última oferta del empleador mantenga el contrato vigente y el IPC futuro por el período de duración del contrato. Si la última oferta del empleador no cumple estas exigencias, los trabajadores se podrán reincorporar después de los 30 o de los 15 días de iniciada la huelga, según se trate de una mediana o gran empresa o una micro o pequeña”.
Desde la CUT, no obstante, se manifestaron, en principio, en contra de estas indicaciones, si bien este jueves a las 10 de la mañana oficializarán su postura frente al tema: “Hemos conocido, extraoficialmente unas indicaciones que no nos agradan, que van en el sentido contrario y que apuntan por el lado equivocado. El Gobierno se vuelve a equivocar al poner a los trabajadores en su contra, porque por la vía de dar excusas al empleador para reorganizar sobre la base de la huelga, es contrabandear una fórmula de reemplazo con la que nosotros no estamos de acuerdo. Nosotros le hemos dicho al Gobierno que queremos una huelga sin reemplazo, sin grupos negociadores, y sin descuelgue”, señalaron desde la multisindical.
Además, cuestionaron la mención hacia la imposibilidad de que el descuelgue en huelga de un trabajador se realice a través de la desafiliación del sindicato. En ese sentido, desde la CUT señalaron: “Nos parece innecesario que el Gobierno insista en poner algo que de por sí nadie cuestiona. El que no está en el sindicato puede seguir trabajando. Redundar en esto es solamente un caballo de Troya para justificar el reemplazo interno. No sé cómo tenemos que decirles las cosas al ministro de Hacienda (Rodrigo Valdés). Nosotros queremos huelga sin reemplazo y sin grupos negociadores. Eso es lo que se comprometió, y eso es lo que nosotros esperamos”.
En este sentido, la mención en las indicaciones presentadas a la posibilidad de reemplazar “puestos de trabajo”, es lo que ha suscitado la controversia entre el mundo sindical y el Gobierno.
Finalmente, desde la CUT aseguraron que si bien esperan que la iniciativa pueda ser despachada por el Senado en enero, asumen que es difícil que se logre este cometido, ya que las diferencias entre los senadores de la Nueva Mayoría, en relación con el reemplazo en huelga y la extensión de los beneficios, por ejemplo, se proyectan muy difíciles de sortear, por lo que lo más probable es que el proyecto deba ser visto en comisión mixta, demorando los tiempos de legislación originalmente estipulados.
“Esperamos que retomen el buen juicio los senadores que han cuestionado la Reforma Laboral de su propio gobierno. Nos cuesta creer que haya un grupo de senadores que esté dispuesto a votar para botar el derecho de los sindicatos interempresas a negociar. Nos parece que eso sería a la Nueva Mayoría darle un balazo en los pies, por tanto nosotros esperamos no tener que llegar a comisión mixta y que ganemos en la sala. Se ve difícil”.