Regionalistas enfrentan sistema binominal con nueva Federación de Partidos

Junto con criticar las malas prácticas del duopolio político que conforman la Nueva Mayoría y Chile Vamos, parlamentarios independientes, propulsores de la descentralización, aspiran a constituirse en un tercer referente, anticipando su participación como bloque en las próximas elecciones municipales.

Junto con criticar las malas prácticas del duopolio político que conforman la Nueva Mayoría y Chile Vamos, parlamentarios independientes, propulsores de la descentralización, aspiran a constituirse en un tercer referente, anticipando su participación como bloque en las próximas elecciones municipales.

Descentralización y regionalismo. Dos conceptos que sus propulsores han visto potenciados a partir de la ley de partidos políticos aprobada en enero en el Congreso.

Una normativa, como denuncian entre los propios parlamentarios, que a pesar de generar nuevos requisitos y obstáculos para su creación, también ha potenciado las relaciones entre los movimientos que apuntan a descentralizar la política.

Esto, a propósito de la Federación de Partidos Regionales que se está gestando y que a más tardar a fines de marzo debería estar en funcionamiento.

¿Su primer gran desafío? Las próximas elecciones municipales de octubre. Así lo anticipan algunos de sus impulsores, como el senador Antonio Horvath, líder del recientemente inscrito partido Somos Aysén, quien apunta a potenciar las fuerzas locales y regionales. “Todos los experimentos para formar partidos regionalistas manejados bajo un criterio centralista después fracasan. Por eso estamos planteando una Federación de Partidos”.

Un proyecto que está muy cerca de concretarse y que carece de una estructura central. “La directiva de la Federación estaría integrada por un representante de cada partido, con directivas que se rotan”, explica el parlamentario. Por ello la importancia de las reuniones de trabajo y coordinaciones que se están desarrollando entre las regiones.

“Los liberales en el norte, MIRAS en Rancagua y Somos en Aysén”, agrega Horvath, en alusión al Partido Liberal, cuyo presidente, el diputado Vlado Mirosevic, también se ha sumado, desde Arica, al que aspira a constituirse como un tercer referente de la política nacional.

Y también respecto del Movimiento Independiente Regionalista, Agrario y Social (MIRAS), encabezado en su rol de presidenta por la diputada Alejandra Sepúlveda, con sede en Rancagua.

“Todas las regiones –explica esta última– están con una fuerza tremenda de expresiones diversas, pero con un trasfondo muy importante que tiene que ver con la descentralización y con tomar sus propias decisiones, con la protección de su medioambiente y sus riquezas naturales”.

Por ello, no duda en criticar que se trata de “una especificidad que pocas veces es respetada por el centralismo excesivo que tenemos en el país”.

En cuanto a los objetivos, advierte que “nos vamos a unir respetando cada uno su forma y especificidad, apoyándonos en temas comunes, como la descentralización, la autonomía de las regiones y también lo relacionado con el medioambiente, que es algo muy potente que tenemos todavía las regiones y sobre lo que muchas veces nos sentimos explotados por la ciudad de Santiago”.

Y mientras el senador Horvath reconoce que se encuentran trabajando con otros partidos de centro y movimientos emergentes para enfrentar coordinadamente las próximas elecciones municipales, la diputada Sepúlveda es categórica para enfrentar lo que será un difícil enfrentamiento con la Nueva Mayoría y Chile Vamos.

“No participaremos en las elecciones primarias. Vamos a estar directamente en la papeleta de octubre como un tercer referente. Vamos a competir, como siempre lo hemos dicho. Las regiones no le temen a la competencia. Al contrario. Lamentablemente, hoy la cancha otra vez está inclinada en favor de los dos grandes bloques”.

Y agrega: “En varias regiones se están preparando para las municipales, que son la vida cotidiana de las personas, en la provincia y en la región”.

Fallidas comisiones asesoras y permanencia del binominal

Recordando la Comisión Asesora Presidencial en Descentralización y Desarrollo Regional, Antonio Horvath lamenta que algunas de sus propuestas aún permanecen en proceso legislativo, como ocurre con la posibilidad de que los intendentes sean electos y no designados, así como el traspaso de facultades de nivel central a las distintas regiones del país.

“Ha sido tremendamente lento, engorroso y difícil, porque los dos grandes bloques se ponen en una situación de si les conviene o no. Políticamente es legítimo, pero no como objetivo del regionalismo”.

Es el propio parlamentario quien advierte que “lo que firmamos con la mano y ganamos por un voto, para cambiar el sistema electoral, transparentar el uso de los dineros y ponerle techo a que las condiciones para las elecciones sean más o menos similares y con igualdad de condiciones para las distintas regiones y partidos, fue borrado con el codo en menos de un año”.

En ese sentido, su aclaración es categórica. “Borrado con el codo precisamente por las dos grandes alianzas políticas que están representadas en el Congreso. Y el nuevo gabinete se prestó para ello”.

Por esa y otras situaciones, como no respetar el acuerdo para eliminar el cuestionado sistema binominal, han surgido nuevas estrategias. “Tomar acciones prácticas, generar partidos rápidamente y concretar esta Federación de Partidos a nivel nacional, además de otros movimientos que están en formación”, detalla el representante de la Región de Aysén.

“Es el resultado del actuar de estos dos grandes bloques políticos tradicionales”, añade Alejandra Sepúlveda, quien de paso apunta a lo que considera “una revolución de las regiones que viene con una fuerza tremenda y que tuvo un espacio a raíz del cambio al sistema binominal. Y que precisamente por tener esa fuerza la están aplacando desde los dos polos políticos tradicionales del país”.

En consecuencia, insiste en la necesidad de entregar más alternativas. “Ese era el sentido cuando cambiamos el sistema binominal. Así lo comprometió la Nueva Mayoría, que después lamentablemente no cumplió. Creíamos que era posible tener mayor nivel de competencia y formar nuevos movimientos y partidos políticos regionales”.

En cuanto al nivel de injerencia que podrían tener dentro del Congreso como un tercer bloque político, Horvath explica que “en el ejercicio parlamentario, nuestros votos son necesarios para las reformas profundas, en el sentido de alcanzar o no los quórums o nombramientos, como es el caso del Contralor General de la República. Ahí tenemos un área de influencia clara. Acotada, pero clara”.

“Hemos tratado de hacerlo en el trabajo legislativo de este último tiempo”, complementa la diputada. “Sin duda es muy difícil, porque los dos grandes bloques se ponen de acuerdo y no hay nada más que decir. Así lo hicieron en el cambio al sistema binominal, en donde ellos serán sin duda los dos grandes bloques favorecidos”.

Mientras que fuera del Congreso, ambos coinciden en el descrédito y desilusión que se ha generado respecto de los partidos políticos. “Existen organizaciones y personas que sí están interesadas en participar desde el nivel local hacia arriba. Pero por ningún motivo presidencializar la elección municipal, algo que normalmente ocurre en los grandes bloques”, critica Horvath.

Más integrantes y nuevas alianzas

Además de SomosAysén, MIRAS y el Partido Liberal, existen otros dos movimientos que se encuentran en proceso para constituirse en partidos políticos e incluso otros dos partidos de alcance nacional que podrían sumarse al nuevo referente político pensando en la próximas elecciones presidenciales de 2017.

Movimientos, por ejemplo, de la Región del Bío-Bío, así como del norte y centro del país, como plantea Alejandra Sepúlveda. “Es la gran posibilidad para que las regiones tengan una voz distinta y potente, donde además esperamos que pronto se concreten las elecciones de intendentes, que para nosotros son fundamentales, en términos de la autonomía de las regiones”.

Y si bien se identifica férreamente con la Región de Magallanes, el senador Carlos Bianchi, al menos por ahora, no sería parte de la Federación, como aclara el propio Horvath. “Es un independiente puro. No ha participado en este proceso porque no lo hemos visto trabajar en este tipo de grupos”.

En cuanto a posibles acercamientos con Revolución Democrática e Izquierda Ciudadana, el senador advierte que tienen intereses como partidos a nivel nacional. “No descartamos conversar con ellos, pues también hemos analizado que nuestro movimiento, aparte de tener las características de una Federación de movimientos regionales, tiene que representar una expresión muy fuerte de centro o muy bien balanceada entre personas que provengan de Chile Vamos y de los partidos de izquierda”.

En suma, un claro objetivo de atraer a personas de distintos sectores políticos que puedan sentirse representadas por los planteamientos del regionalismo y la descentralización. Una nueva instancia que debiera formalizarse a más tardar a fines de marzo.

“Es un trabajo lento, pero que demandan las regiones. El centralismo no da para más, que la explotación de los recursos naturales en términos de los impuestos no quede en las regiones, que las decisiones de la ciudadanía se tomen en Santiago y no donde las personas son afectadas”, cuestiona la diputada Sepúlveda.

“Una demanda que nadie podrá detener y que no tiene nombre ni apellido. Se viene un sentimiento de rebeldía muy importante”, concluye la parlamentaria.





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