El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos confirmó este miércoles que Ricardo Brodsky dejó su dirección ejecutiva, luego que fuera vinculado con el caso SQM.

La entidad aseguró, a través de un comunicado, que su directorio aceptó la renuncia voluntaria del militante PPD, luego de una sesión extraordinaria sostenida este martes 1 de marzo.

De acuerdo a la instancia, “si bien corresponde a los tribunales de justicia emitir un pronunciamiento acerca de la legalidad de los actos en que el director se ha visto involucrado y que motivan su renuncia, el deber de este directorio (…) es pronunciarse acerca de si esa conducta, la mayor parte de la cual se realizó antes de asumir su cargo, es compatible con lo que una institución como el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos demanda”.

En ese sentido, el directorio concluyó que Ricardo Brodsky –quien estaba en el cargo desde 2011– “se encuentra en una situación que objetivamente daña a este Museo”.

A través del mismo comunicado, el ahora ex director ejecutivo recalcó su “inocencia absoluta de los cargos que se me imputan”, pero añadió que “la imagen del Museo no debe ser expuesta a los imponderables del proceso penal en el que se me ha involucrado”.

Más tarde, la presidenta del directorio, María Luisa Sepúlveda, dijo a Radio Universidad de Chile que “estamos convencidos de que Ricardo no hizo gestiones directas ni tuvo que ver con eso. Él hizo una referencia de este señor (Claudio Canales) que hizo la página web para el PPD, para que le cancelaran, y alguien terminó haciendo la gestión con SQM. No es que Ricardo haya estado involucrado en eso. Lamentablemente, él fue llamado a declarar en calidad de imputado y el museo es una cosa tan delicada, que nos parece que la situación podía afectar de alguna manera”.

Por su parte, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, consideró que el alejamiento de Ricardo Brodsky fue una decisión “necesaria”, aunque manifestó sus reparos por la conformación del directorio del museo: “En esa lógica de las participaciones compartidas, hay gente que no fue muy cercana a la defensa de los DD.HH. en los años de dictadura”.

“No es bueno que existan dudas respecto a una institucionalidad como el museo”, señaló la dirigenta, quien calificó como “repulsivo” que existan vínculos entre una empresa como SQM y sectores que se opusieron a la dictadura: “Lo que yo no puedo entender es que en Chile la impunidad permita aberraciones como esa. Más allá del caso de Brodsky, porque no es el primero ni será el último, nos parece repulsivo cómo se hicieron estos vínculos, en su origen irregulares, prácticamente con la herencia de la dictadura. Si ni siquiera estamos hablando de un sujeto de derecha neoliberal, sino que del yerno de Pinochet (Julio Ponce Lerou), alguien vinculado a los crímenes de lesa humanidad y a la dictadura fascista que tuvimos. Lo quiero señalar con mucha fuerza: es absolutamente repulsivo”.

Los vínculos con el caso

Ricardo Brodsky declaró como imputado en enero, luego de ser mencionado en el testimonio del periodista Claudio Canales. De acuerdo a la versión, el ex director del Museo de la Memoria le pidió entregar boletas a la consultora Imaginacción, de Enrique Correa, por un trabajo hecho al PPD.

Asimismo, Claudio Canales declaró haber trabajado para la actual alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, durante su postulación a la presidencia del PPD, a inicios de 2010. En ese entonces, de acuerdo a su relato, la ex ministra le señaló que acordara con Ricardo Brodsky cómo se le pagarían sus servicios y éste le indicó que se contactara con David Flores, otro dirigente del partido. Éste, a su vez, le explicó que debía facturar a Asesores en Gestión Integral, empresa de la contadora DC Clara Bensan, contra quien el Servicio de Impuestos Internos se querelló por presunta emisión de facturas falsas a SQM.

Finalmente, en otra declaración, el periodista también aseguró que Ricardo Brodsky le pidió, en septiembre del año pasado, que falseara su testimonio respecto de facturas que había emitido a la empresa Kybalion Consultores, dirigida por el ex embajador PPD Alejandro Bahamondes, y dijera que sí había prestado un servicio a esa sociedad. Según Canales, dueño de Creátika Comunicaciones, no accedió a la petición.

En su testimonio, Ricardo Brodsky negó las acusaciones: “David Flores formó parte del grupo de apoyo a la candidatura de Carolina Tohá. Recuerdo que dijo que él podía ver quién podía pagar el servicio de Claudio Canales y yo le escribí un mail a Canales diciéndole que se pusiera en contacto con David Flores, para ver si por ahí se le podría pagar. Nunca supe ni cómo ni quién le iba a pagar hasta que esto salió en la prensa a mediados del año pasado”.