La ministra del Trabajo, Ximena Rincón, en un encuentro nacional de mujeres trabajadoras, aseguró que el Ejecutivo “se ha empeñado en mantener el espíritu de la Reforma Laboral por lo que les duele que algunos quieran imponer sus ideas”. En la misma línea, sostuvo que revisaron desde la reacción hasta el fondo de la iniciativa y que se defiende que la huelga se puede materializar, pero no la destrucción de la empresa.
No obstante, representantes de la Democracia Cristiana desde un comienzo mostraron sus reparos a la propuesta del Gobierno con las denominadas “adecuaciones necesarias” sobre el reemplazo en huelga, el sindicato interempresa y la extensión de beneficios.
Mientras, el secretario general del Partido Comunista, Lautaro Carmona, mediante un comunicado dejó entrever que si se debilita el derecho a huelga, el camino será la comisión mixta.
En tanto, el presidente de la bancada socialista, Manuel Monsalve, adelantó que no votarán a favor de un texto que deja espacio al reemplazo interno en huelga y a la ambigüedad en torno a la negociación interempresas.
“Mi impresión es que las indicaciones dejan una tarea que tiene que ver con los derechos colectivos de los trabajadores y con el fortalecimiento de su capacidad de negociación a medias. Permitir las denominadas adecuaciones necesarias a los trabajadores que no están en huelga es lo mismo que establecer el reemplazo interno”
En entrevista con Radio Universidad de Chile, el senador socialista y presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara Alta, Juan Pablo Letelier, planteó a su compañero Osvaldo Andrade, a los parlamentarios del Partido Comunista y a los trabajadores, que la Comisión Mixta no será la instancia decisiva.
“Les pido que ellos hagan esta reflexión: cuando se dice que se va a Comisión Mixta porque no les gusta un texto del Senado, se modifican y reponen ciertas cosas de la Cámara. Sin embargo, la nueva propuesta tiene que igual volver a cada corporación, Cámara Alta y Baja y si en la primera no están los votos para la nueva redacción que quieren los diputados ocurre que no hay ley en la materia”.
En lo que respecta a otros actores, los empresarios advierten que hay un “manejo confuso en materia económica” y que “la iniciativa se inclina a las cúpulas sindicales”. Por su parte, la oposición identificó “improvisación” y “maquillaje” de las diferencias en las modificaciones introducidas por el Gobierno.
La presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, las consideró poco sustantivas y lamentó su insistencia en no hacer ninguna limitación de la huelga en el caso de los trabajadores subcontratistas, pero, por otro lado, no impedir que la empresa busque formas para garantizar sus servicios.
“Lamentablemente tengo que concordar con el presidente de la Sofofa y otros parlamentarios que lo han planteado, no se hacen cargo de una definición de una centralidad, de tomar posición para garantizar que la huelga sea sin reemplazo y por lo tanto eso lo deja, si es que se aprobase así, finalmente a una resolución de tribunales. Es decir, el Gobierno deja de asumir su rol rector y le traspasa la pelota a los tribunales para que sea la justicia y el poder legislativo los que resuelvan estas controversias”.
Así, la dirigenta sindical planteó que el Gobierno está dando señales de debilidad al no lograr acuerdos en su conglomerado y con su estrategia, que en su opinión fracasó hace meses atrás, no se logró la aprobación de todos los sectores que ahora deberán votar.