En relación a la solicitud de renuncia y el decreto de remoción de la Rectora de la Universidad de Aysén, profesora Roxana Pey Tumanoff, el Senado Universitario, como órgano superior de gobierno, normativo, estratégico y representativo de la comunidad triestamental de la Universidad de Chile, declara lo siguiente:
1. El Senado Universitario rechaza la destitución de la Rectora Roxana Pey y cuestiona las razones esgrimidas por las autoridades de Gobierno en relación a que la propuesta estatutaria y de gobierno institucional de la Universidad de Aysén no se alinea con la propuesta de Reforma a la Educación Superior. Esto nos parece particularmente grave, pues dicho Proyecto de Ley se encuentra recién en su primer trámite legislativo.
2. El decreto que destituye a la Rectora Pey, firmado por el Ministro del Interior en calidad de Vicepresidente, es un claro mensaje del que la comunidad universitaria debe hacerse cargo, en el contexto de la discusión de un Proyecto de Reforma a la Educación Superior que contiene un sistema de gobierno universitario común para los planteles estatales. El Consejo Directivo contemplado en este proyecto de ley propone una composición que incluye, exceptuado el Rector, una mitad de representantes del gobierno; la presente situación plantea preguntas críticas acerca de la influencia que a través de ellos pueda ejercer el gobierno que los designe. Es evidente que las universidades públicas se deben al Estado, pero identificar el Estado con los intereses específicos del poder ejecutivo, no corresponde. Ante esto, el principio de autonomía universitaria se ve gravemente amenazado.
3. La propuesta de la Universidad de Aysén respecto a la gratuidad coincide con la que hizo pública este Senado Universitario en agosto del año 2015, en la que se afirma que la educación es un derecho social. Por lo tanto, discrepamos con que se la considere como fundamento de destitución.
4. Expresamos nuestra solidaridad con la Rectora Pey, académica vinculada a nuestra casa de estudios, y valoramos sus iniciativas, porque ellas expresan el compromiso de la Universidad de Chile con el país.
5. Hacemos un llamado para que las autoridades de gobierno reflexionen sobre las graves consecuencias de esta decisión y actúen en concordancia con los valores que desde las universidades y la ciudadanía se levantaron durante estos años defendiendo la identidad histórica de la universidad estatal, inspirada en la participación y el debate.