La movilización de los universitarios se reprogramó para agosto después de la negativa de la Intendencia Metropolitana, lo que respondería a una nueva estrategia en la línea de cómo se han dado las últimas marchas, es decir, de carácter participativo, familiar y pacífico. Así lo afirmó el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago y vocero de la Confech, Patricio Medina.

El dirigente aseguró que ya tienen un borrador de la contrapropuesta al proyecto de Reforma a la Educación Superior del Ejecutivo, sobre el que esperan puedan sumarse puntos de vista de distintos actores sociales.“Me imagino una contrapropuesta que tenga el apoyo ciudadano.Hay mecanismos participativos que podemos elaborar como Confech para que el documento tenga un respaldo importante y pueda incidir en el Gobierno, aunque es bastante distinto a lo que éste propone”, dijo.

No obstante, el punto de vista crítico de los estudiantes no es lo único que simultáneamente se ha dado con el trámite legislativo de la reforma. También casas de estudios han iniciado debates internos sobre el tema y estos últimos días la opinión pública ha centrado su atención en la polémica solicitud de renuncia de parte del Ejecutivo a la rectora de la Universidad de Aysén, Roxana Pey.

Respecto de lo último, el magíster en economía de la Universidad de Chile y fundador del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, Manuel Riesco, comentó que tendría vinculación con el negocio de la educación, tratándose de una “venganza” del lobby empresarial y de las altas esferas del Gobierno. “En el cuadro de crisis e indignación donde las personas han perdido la confianza en las instituciones, precisamente por la relación entre el dinero y la política, cómo es posible que tengan este tipo de comportamiento. Todo es a costa de endeudar muchachos y familias modestas para que estas personas que están manejando por un lado la plata y recibiendo por otro, sean los que lucren sin rendirle cuentas a nadie”, apuntó.

El ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile e integrante de la fundación Educación 2020, Mathias Gómez, se inclinó porque las instituciones y actores del mundo educacional esperen a que decante el debate por la salida de la rectora de la Universidad de Aysén, para analizar el proyecto de reforma universitaria con “altura de miras”.  “Esperamos que no solo porque se hayan levantado ciertas críticas o visiones políticas distintas a las que está teniendo el Gobierno, se haya procedido a remover a la rectora y si es así, nos parece inaceptable. Lamentablemente nos está quitando el foco de lo que realmente debiese tenernos concentrados: la discusión por el proyecto de educación superior”, sostuvo.

Considerando la transformación al sistema de educación superior como una oportunidad que podría ser significativa para los próximos 50 años, Gómez manifestó que no son sólo las universidades en su interna las convocadas a dialogar, igualmente las instituciones técnicas y de investigación.