Luego del triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, surgen las dudas respecto de si será capaz de sacar adelante la serie de promesas que realizó durante su campaña, entre ellas algunas de las más polémicas y que tienen que ver con la política exterior de los Estados Unidos.
Particularmente respecto de las relaciones que pueda establecer la potencia norteamericana con los llamados países del Tercer Mundo, entre los que se cuentan las naciones latinoamericanas, árabes y también África.
Respecto de Latinoamérica sabemos de la intención de Trump de expulsar de los Estados Unidos a cerca de 11 millones de indocumentados, la mayoría de ellos provenientes de México y países centroamericanos. También la intención del magnate de construir un muro a costo del gobierno mexicano.
Además están las dudas respecto de lo que ocurrirá con el proceso de acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, o la injerencia que pueda tener el gobierno norteamericano en la política interior de países como Venezuela, Bolivia y Ecuador.
De hecho durante su campaña Trump prometió que si ganaba la elección de este martes su gobierno solidarizará abierta y fuertemente con los opositores a los gobiernos de Cuba y Venezuela, a diferencia de lo que había hecho, por lo menos públicamente, Barack Obama.
Pero para el analista internacional, Pablo Jofré, las relaciones de los Estados Unidos con el resto del mundo no deberían cambiar de sobremanera porque, con matices, continuarán con la lógica actual “en general, en lo que nos concierne a nosotros, cualquiera hubiera sido el resultado, la política exterior hubiese tenido matices pero en el fondo sería la misma”, señaló
Respecto de las razones que explican el triunfo de Trump, Jofré explicó que el sentimiento antiinmigración se expandió fuertemente dentro de la clase media norteamericana “los ingenieros mejor remunerados de Silicon Valley en California, han sido reemplazados por inmigrante, con visa temporal y por menos dinero, se instalan y les quitan el trabajo a estos ingenieros que no encuentran un trabajo similar. Este tipo de situaciones genera un caldo de cultivo que deriva en que ese votante se pase a la ultra derecha ya que ve como un enemigo a ese inmigrante que le quitó el trabajo”, sentenció.
Por su parte, la académica del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Dorotea López, sostuvo que en materia económica habrá una reevaluación de los acuerdos comerciales suscritos por los Estados Unidos, entre ellos el TPP.
De hecho, para la docente lo más probable es que se rechace el acuerdo Transpacífico en el Parlamento norteamericano “quizá sus focos han sido mucho más México y China, como la renegociación del Nafta y particularmente en cuanto a aspectos laborales que en cuanto a temas comerciales. Tratados con Chile no han salido a la palestra por lo que es difícil pensar que nosotros estemos alterando la estructura laboral norteamericana”.
Respecto de las relaciones con Cuba, Dorotea López considera que el proceso de acercamiento debería estancarse “el proceso se debería congelar, lo esperado es que el proceso de avance se congele, además es más fácil de cumplir que la guerra comercial con China o cerrar totalmente las fronteras con ese país.
Desde el mundo árabe en tanto hay voces que consideran que el triunfo de Donald Trump podría mejorar las relaciones con los países del área mesoriental. Esto debido al rechazo que el magnate ha hecho del acuerdo nuclear iraní que a juicio de algunos países de la región, desestabiliza la zona.
Esto se suma a las declaraciones hechas recientemente por el electo mandatario donde se comprometió a que Estados Unidos no volvería a invadir otro país, para evitar lo sucedido en Irak, Afganistán, Libia, entre otros países.
En síntesis se podría afirmar que Trump propone una transformación total y absoluta en la política exterior de Estados Unidos. A medias entre el nacionalismo y el aislacionismo, buscando además reorganizar las alianzas territoriales. “Estados Unidos primero” fue parte de una de sus frases de campaña y en su relación con los países del Tercer Mundo esa será la idea fuerza que imperará.