En medio del Encuentro Nacional de la Empresa (Enade) que se desarrolló este miércoles, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, señaló que la reforma al Código de Aguas es un proyecto perfectible que debe mantenerse lejos de campañas que algunos sectores han realizado en su contra.

El secretario de Estado aseguró que caer en exageraciones no permite avanzar en su discusión.

El proyecto, aprobado el pasado 22 de noviembre en la Cámara de Diputados, ha sido calificado de expropiatorio en reiteradas ocasiones por los empresarios y la misma Sociedad Nacional de Agricultura.

Para el presidente de la comisión de Recursos Hídricos de la Cámara Baja, el diputado comunista Daniel Núñez, los dichos de Valdés son contradictorios y esconden una pretensión de negociar con los privados.

De tener puntos perfectibles, dijo el parlamentario, serían los que quedaron pendientes como establecer reservas de aguas subterráneas para pequeños propietarios y campesinos que no fue considerado durante su primer trámite constitucional. Justamente los puntos más criticados por la Sociedad Nacional de Agricultura.

El senador de la Democracia Cristiana, Jorge Pizarro, dijo esperar que se conforme una comisión mixta entre recursos hídricos y agricultura para revisar el tema: “Aquí ha habido una inquietud sobre todo de los sectores agrícolas si es que esta reforma los afectará. Sin embargo, es necesario garantizar el agua para el consumo humano y para actividades prioritarias”, recalcó.

Mientras, el presidente del Movimiento de Defensa por el Agua, la tierra y la protección al Medio Ambiente (Modatima), Rodrigo Mundaca, dijo que estos planteamientos responden a la presión de un sector corporativo.

“No existen garantías en el Senado para revertir medidas que favorecieron a los privados en la Cámara de Diputados, porque muchos de los derechos de aprovechamiento también le fueron concedidos a parlamentarios como Patricio Walker”.

Este proyecto corresponde a una indicación sustitutiva ingresada por el Ejecutivo, en 2014, para reformar el actual Código de Aguas de 1980.

Dentro de las modificaciones se considera el cambio del concepto “derechos de aprovechamiento” por el de concesión de aguas a 30 años en el caso de derechos consuntivos o extractivos, es decir aquellos que se extraen y no se devuelven a su cauce, y 20 años para los no consuntivos.

Sin embargo, uno de los principales cuestionamientos es que este proyecto sólo considera el 10 por ciento de los derechos que restan por entregar y no modifica los que ya están siendo utilizados por los privados.

Además, actualmente se registran 40 comunas en situación hídrica de riesgo y son abastecidas por camiones aljibes. Una preocupación para las comunidades considerando que esta iniciativa busca priorizar el acceso a las comunidades fragilizadas, como para las comunidades indígenas.