Es octubre de 2016. Un grupo de pescadores instalan barricadas en Caleta Portales en rechazo a la llamada “Ley Longueira”. Hay detenidos y represión policial.
Desde hace tres años los trabajadores vienen organizándose para derogar la normativa que estranguló la pesca artesanal a lo largo del país y esta manifestación es resultado de ello.
De forma paralela, dos pescadores de Valparaíso, Juan y Raúl, montan una obra de teatro para informar a la comunidad sobre los alcances de la ley.
La estudiante de la Escuela de Cine, en la Universidad de Valparaíso, Alison Díaz es testigo de ello. Nacida en Puyuhuapi, una pequeña localidad de ubicada en la Región de Aysén en el sur de Chile, la realizadora es una de las cientos de personas que ha visto cómo a partir de la aplicación de la Ley Longueira la pesca artesanal ha mermado. Por ello, decide realizar un cortometraje dedicado a los pescadores.
Así surge La mala pesca.
El cortometraje
La cinta comenzó a grabarse a finales de 2015 en Caleta El Membrillo y Caleta Portales e incluyó los testimonios de distintos pescadores de la zona.
“Cuando era chica veía mucho a los pescadores artesanales y cómo la vida se mantenía de eso y ahora ya no quedan pescadores artesanales. Esto es algo que está pasando a lo largo de toda la costa de Chile. Esto es por culpa de una ley en beneficio de unos pocos”, dijo la realizadora.
Según la directora del trabajo audiovisual “hay mucha rabia y todavía está la fuerza de poder seguir luchando por el cambio de la ley”.
“A mí me marcó mucho la tristeza que existe en los pescadores que tiene más edad y que llevan años trabajando, porque están viendo cómo generaciones más jóvenes no van a poder seguir trabajando con la cultura que ellos han llevado a cabo durante toda su vida”, explicó.
Además, junto con recopilar testimonios de pescadores afectados por la normativa promulgada en 2013 bajo el Gobierno de Sebastián Piñera, el cortometraje incluye fragmentos de la obra de Mosaicos de pescadores, montaje creado dos marinos de la zona: Juan y Raúl.
Alison Díaz indicó que esta pieza se incluyó para generar mayor emotividad. “El teatro expresa más de lo corporal y produce más emociones que las imágenes que narran desde la voz en off. Además, en el corto mostramos la obra de teatro como un montaje de verdad entonces el espectador empieza a entrar en este juego de qué está pasando aquí y, por otro lado, yo quería jugar con el lenguaje para capturar mejor las emociones”, dijo.
La mala pesca ha sido exhibido en múltiples certámenes como el Festival de Cine de La Serena (FECILS), el Festival de Antofagasta, el Festival de Cine y Muestra de Santa María (FECIM) – donde obtuvo el premio del jurado – y el Festival de Cine Social de Santiago.
Para 2017 en tanto, la directora del cortometraje tiene programado presentarlo en distintos festivales nacionales, así como también en espacios académicos y de debate.
En este sentido, Alison Díaz, manifestó que dentro del espíritu de la película está el informar a la población y realizar un cine de carácter social.
“El tema se conoce, pero no existe empatía, eso de ver al pescador más allá del trabajador que pueda perder su fuente de trabajo y su cultura. Esa parte es la que mucha gente desconoce y eso es lo que trato de representar yo también”, concluyó la directora.