Señor Director:

Como ciudadano he notado una tendencia al relajo en diversos trámites y gestiones de las autoridades e instituciones públicas. Lo cual, naturalmente, me preocupa.

No sólo arreglaremos los problemas de cobertura propios de un obsoleto “censo de hecho” mediante un formulario en línea, recordemos que SERVEL también está considerando un formulario en línea para sumar militantes en el proceso de refichaje que la ley impone a los partidos políticos. El patrón se repite: “Si no funcionó a la antigua, inténtelo por Internet”.

Así dadas las cosas, ¿por qué no se toma la decisión política de modernizar el Estado con urgencia?

Estamos ocupando la tecnología como un parche para todo, cuando realmente, su uso podría subsanar esta clase de problemas administrativos de raíz.

Y, dicho sea de paso, como recado para los legalistas, es menester señalar que no es necesario crear nuevas leyes para lograrlo. Esto pasa por un tema de voluntad política del Presidente de la República en ejercicio, ya que es justamente él quien tiene “las riendas de la administración del Estado” y debe velar porque, en buen Chileno, todo marche sobre ruedas en esa materia.

Espero que quien ostente la más alta magistratura de la República en el periodo siguiente, tenga en consideración este importante aspecto, el cual vendría a sanar al Estado de su triste enfermedad crónica: la inoperancia.