“Tenemos plena convicción de que las personas que acusamos han tenido responsabilidad en estos hechos, sin perjuicio de que puedan existir otras personas que también hayan participado en los mismos”. Con estas palabras el fiscal nacional, Jorge Abbott, volvió a la carga en el caso Luchsinger McKay.
La frase la pronunció luego de una reunión con tres de los hijos del matrimonio que perdió la vida en enero de 2013. Abbott viajó hasta Temuco para reafirmar su compromiso con la causa y afirmó que insistirá en un nuevo juicio: “veremos la posibilidad de presentar un recurso de nulidad para que se realice un nuevo juicio”. La máxima autoridad del Ministerio Publicó agregó que “veremos en el veredicto antecedentes que pueden dar algún viso para declarar la nulidad”.
Los familiares del matrimonio valoraron el gesto de Abbott y se dispusieron a trabajar juntos por un mismo objetivo. Jorge Luchsinger señaló que “ambos, tanto la Fiscalía como la familia de las víctimas, somos querellantes en este caso, por lo tanto era muy importante conversar sobre los posibles pasos a seguir”.
José Tralcal fue uno de los detenidos que pasó más de un año y medio en prisión preventiva. Para él los dichos del fiscal nacional son desafortunados y, según indica, dejan entrever una suerte de obsesión que la fiscalía ha llevado desde el año 2001 en contra de su persona: “Ellos quieren forzar que nosotros seamos encarcelados. Yo nunca he hecho nada oculto, nada secreto. Siempre público. Sobre la muerte de los Luchsinger McKay, yo jamás me rebajaría, como hicieron los colonos, a matar gente independiente de que sean culpables o inocentes. Eso fue lo que pasó con los mapuche antiguamente. Eso de eliminarlos y quemarlos vivos es una bajeza para mí”.
Tras el encuentro, Jorge Luchsinger McKay se manifestó satisfecho, y recordó: “Como vimos en este juicio, hay otras líneas de investigación que no han sido agotadas, y se harán todas las gestiones, hasta dar con el último responsable”.
Desde el Observatorio Ciudadano creen que, independiente de la línea de investigación a la que se recurra, lo de la fiscalía exhibe dejos de obstinación. Según Hernando Silva, coordinador del área jurídica, el recurso de nulidad debiera ser rechazado en cuanto no existen pruebas que lo respalden. Además, el abogado afirma que lo del Ministerio Público podría ser, incluso, una fijación racista: “Que los intervinientes en el proceso hagan uso de los recurso que contempla la legislación es una acción completamente válida. Ahora, lo que creo que es preocupante es esta obstinación que existe desde el Ministerio Público en afirmar que las personas a las que se les imputa la participación en los delitos son culpables. En el proceso quedo evidenciado de manera manifiesta que no habían formas de acreditar su participación en los hechos que se les imputaban. Esto deja en evidencia un cierto sesgo racista de parte del Ministerio Público. Yo creo que el error está en que ellos han desarrollado una línea investigativa recurrente, que es la de los sospechosos de siempre”.
Una vez terminada la reunión, Abbott fue enfático en contradecir aquellas versiones que señalan que lo del caso Luchsinger McKay sería un montaje. “Descarto absolutamente y totalmente cualquier montaje sobre el particular, parte importante de las críticas que hacen los acusados en este caso, particularmente en lo que dice relación con la extensión de las prisiones preventivas, no tienen su origen en la responsabilidad de los fiscales, sino que fundamentalmente de la dilación de las audiencias”, manifestó el fiscal nacional. Aún no existen plazos para las próximas acciones del organismo.