Cambio constitucional, migraciones, ley de cuotas o propuestas para reducir la desigualdad, fueron parte de la cartera de temas que nuevamente se ignoraron en el debate presidencial. Por el contrario, las preguntas sobre desarrollo económico, relación público-privado o posiciones sobre la seguridad privada abundaron en una disertación que se podría titular como “más de lo mismo”.
La cita, organizada por Anatel, en la que participaron las ocho cartas que compiten por La Moneda, fue una reiteración de modelos y preguntas pasadas, donde los candidatos tuvieron una nueva oportunidad para repetir sus discursos y silencios.
En un relato cronológico de lo sucedido ayer, Carolina Goic habló de concesiones hospitalarias y defendió el modelo de construcción público-privado. En su respuesta, la DC evidenció sus diferencias con el bloque que lidera Alejandro Guillier.
Beatriz Sánchez, en tanto, fue interpelada por el descenso en la campaña presidencial. La candidata del Frente Amplio desistió hacer una autocrítica sobre la campaña que hoy la tiene, según las encuestas, muy lejos de alcanzar la segunda vuelta.
Las preguntas a José Antonio Kast nuevamente estuvieron centradas en las convicciones valóricas del candidato. Así habló de religión y formación religiosa; también se refirió al aborto y su posición frente al tema.
Eduardo Artés apostó a la transformación del país. “Si yo fuera presidente, la gente saldría a la calle por millones”, contestó cuando le preguntaron por sus ideas sobre estatización de la banca y cómo lograría aprobarlas.
En tanto Sebastián Piñera y Alejandro Guillier, las cartas de Chile Vamos y Fuerza Mayoría, respectivamente, respondieron, principalmente, interrogantes sobre propuestas económicas para revitalizar al país.
El bloque temático
Las armas de Kast; el narcotráfico, la criminalización de la pobreza y Sebastián Piñera; la ambigüedad de Navarro ante las herramientas investigativas de Carabineros; la responsabilidad de la Dictadura y el alza de los índices de violencia por su causa, de Artés; la seguridad pública de Goic, fueron parte de la respuesta de los candidatos frente a las preguntas sobre seguridad ciudadana.
La situación junto a Salud, educación y economía fue tratada como uno de los temas “fundamentales” para la ciudadanía, tal como lo plantearon los periodistas encargados de las preguntas del debate.
En el tópico de Economía, Alejandro Navarro habló de la necesaria estatización del agua y la energía así como servicios de transporte; Beatriz Sánchez respondió sobre el uso del monto actual del que disponen las AFP y cómo llevarían adelante el cambio del sistema de pensiones a uno solidario y de reparto tal como lo plantea el Movimiento No+AFP; Alejandro Guillier, por su parte, comentó sus ideas sobre el regionalismo y el impacto en las concesiones mineras y la inversión extranjera; mientras que Marco Enríquez emplazó a Piñera por el endeudamiento nacional y comprometió recursos para fomentar la inversión interna.
Los periodistas
Cuatro fueron los conductores designados para preguntar a los postulantes. Soledad Oneto, Ramón Ulloa, Iván Núñez y Matías Del Río centraron su atención en los temas de la contingencia: asía seguridad privada, los contrapuntos entre Estado y privados y las fórmulas que se explorarían para asegurar el crecimiento fueron los temas favoritos de los entrevistadores.
También se reiteraron titulares previamente interrogados como los “problemas del Fondo E”’del sistema de pensiones o la presunta violencia terrorista de La Araucanía, de modo tal que, una y otra vez, los candidatos fueron interpelados sobre cuestiones dichas.
Mientras que la caricaturización de la postura de izquierda de Eduardo Artés, o de la religiosidad de José Antonio Kast fue un “arma” usada por los preguntadores durante toda la velada.
Por el contrario, nada se habló de migración, tampoco de ley de cuotas, menos de cómo reducir las impresentables cifras de desigualdad que enmarcan el sistema social de Chile. Salvo el candidato de extrema derecha o el líder del PRO, que dedicaron escasos segundos a responder sobre ese Chile olvidado, ni periodistas ni candidatos tuvieron en el radar los problemas de la mayoría de los habitantes de este suelo.
*Foto de portada: Anatel