La trama rusa cada vez más cerca de Trump

Siguen apareciendo informaciones que acercan a Donald Trump con Wikileaks, donde cercanos al presidente, habrían usado la plataforma de divulgación de información clasificada para intervenir en la campaña de Hillary Clinton.

Siguen apareciendo informaciones que acercan a Donald Trump con Wikileaks, donde cercanos al presidente, habrían usado la plataforma de divulgación de información clasificada para intervenir en la campaña de Hillary Clinton.

“Si algo acaba con Trump, no será la reforma sanitaria o el muro con México, será la conexión rusa”, algo así se sostiene desde Estados Unidos. Desde aquel día en Doral, las agencias de inteligencia del país americano están sobre Donald Trump y sus cercanos colaboradores, la misión: lograr determinar si hubo intervención del gobierno de Vladimir Putin en las elecciones presidenciales de 2016.

Según se investiga, el Kremlin habría desplegado un inmenso operativo destinado a hundir a Clinton, para ello se valió de la desclasificación de correos personales de la demócrata, en los que usaba otro servidor de correspondencia electrónica diferente al establecido para los funcionarios de la Casa Blanca.

Desde ese día los cabos se han ido acercando a Donald Trump y su círculo. Las mentiras de los colaboradores del presidente y los nexos nunca explicados con el centro del gobierno ruso, complican al magnate.

El informe ICA 2017-01D de la Dirección de Inteligencia Nacional es la base del caso. El expediente, elaborado por la CIA, el FBI y la NSA, concluye: “Vladímir Putin ordenó una campaña en 2016 contra las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El objetivo de Rusia era socavar la fe pública en el proceso democrático, denigrar a la secretaria Clinton y dañar su elegibilidad y potencial presidencia. Putin y el Gobierno ruso desarrollaron una clara preferencia por Trump”.

Así también explica el modo de operación de la presunta intervención: “Para difundir la información se empleó a un oscuro hacker rumano conocido como Guccifer 2.0, la web DCLeaks y la organización Wikileaks.

Mientras Putin desconoce estas acusaciones, a Donald Trump no le ha quedado más que desmarcarse del presidente para evitar una crisis política mayor. En medio de su gira por Asia, y luego de haber validado los desmentidos de Vladimir Putin, tuvo que desdecirse públicamente: “Estoy con nuestras agencias… Creo lo que dicen”.

A Donald Trump no le quedó más alternativa que “alinearse” con la CIA, el FBI y la NSA, más cuando se conoció que Donald Trump Jr, hijo mayor del presidente, intercambió mensajes con Wikileaks durante la campaña a la Casa Blanca.

En las comunicaciones iniciadas semanas antes de las elecciones presidenciales, la firma de Julian Assange insta al hijo del republicano a filtrar una serie de documentos que complicaban la carrera presidencial de Clinton.

“¿Qué hay detrás de los rumores sobre una filtración este próximo miércoles?”, preguntó por mensaje el hijo del dignatario. A ese mensaje del 3 de octubre Wikileaks responde el día 12: “Hola Donald, que bueno verte a ti y a tu padre hablando sobre nuestras publicaciones”.

La defensa de Trump Jr. sostiene que el intercambio de mensajes fue “inofensivo”, únicamente motivados por la curiosidad por saber qué seguiría publicando Wikileaks. Eso, mientras sigue su curso la investigación abierta que lleva el FBI y las dos comisiones del Parlamento. Aunque nada se ha probado hasta la fecha, de confirmarse el vínculo entre el republicano y Putin, la vía a un proceso penal quedaría expedita.





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