Alejandro Guillier y Sebastián Piñera serán quienes se enfrentarán en la segunda vuelta presidencial el próximo 17 de diciembre. Las encuestas electorales habían proyectado este escenario, pero con cifras muy distintas a lo que entregaron los sufragios, demostrando un fracaso en lo vaticinado.

Los números que mostraban las encuestas son importantes. En distintos comandos proyectaban que el éxito de Sebastián Piñera en el balotaje dependía de si alcanzaba más del 40 por ciento de la votación, escenario que complicaba la posibilidad de que Guillier sumara una cifra que lo superara.

Las principales encuestas de nuestro país no apuntaron, estuvieron bastante alejadas de lo que auguraban respecto del candidato de Chile Vamos. CEP le daba un 44 por ciento, Adimark un 40 por ciento, Cadem un 45 por ciento y Cerc-Mori un 44 por ciento. ¿Qué dijeron los votantes? Tan sólo un 37 por ciento para el ex presidente de derecha.

Otra evidencia dejada este domingo en las urnas fue que Beatriz Sánchez y José Antonio Kast eran más de lo que proyectaban la mayoría de las mediciones. La candidata del Frente Amplio “sorprendió” a quienes esperaban que obtuviera entre un 8 por ciento o un 16 por ciento, como lo planteaban las cuatro principales encuestas, puesto que alcanzó un 20 por ciento de las preferencias.

Caso parecido ocurrió con el candidato independiente de derecha José Antonio Kast. El ex hombre de la UDI llegó a un 8 por ciento, cuando ninguna le daba esa cifra. Adimark le daba un 1 por ciento y CEP un 2,7 por ciento.

Caso aparte es la encuesta realizada por la Universidad del Desarrollo, encargada por el diario El Mercurio, la que estuvo más cerca en términos generales, pero de todas formas alejándose en la proyección de Kast, a quien le dio tan sólo un 4 por ciento, pero dando exactamente con el 20 por ciento que alcanzó Beatriz Sánchez.

La historia sobre la contienda electoral siempre se escribe desde mucho tiempo antes al día en que se efectúan los comicios y gran parte del protagonismo se lo llevan las distintas encuestas presidenciales, las que sirven como guía para los electores y también para los comandos de campaña.

Tras poner a prueba la precisión de las mediciones más populares en la presente elección, se evidencia que en nuestro país se dio la tónica internacional, donde el error fue la tendencia, tales como el caso del Brexit, la presidencial estadounidense o el acuerdo de paz con las Farc en Colombia, donde destacadas proyecciones estadísticas no acertaron con los resultados finales.