El nuevo discurso de la derecha para enfrentar la segunda vuelta

El presidente de Renovación Nacional señaló que debido al apoyo de Beatriz Sánchez a Alejandro Guillier se demuestra que el abanderado de la Nueva Mayoría también lo es de la “extrema izquierda”. Pero en la vereda opositora a Chile Vamos no se vislumbran posturas radicales que sustenten la hipótesis de la derecha.

El presidente de Renovación Nacional señaló que debido al apoyo de Beatriz Sánchez a Alejandro Guillier se demuestra que el abanderado de la Nueva Mayoría también lo es de la “extrema izquierda”. Pero en la vereda opositora a Chile Vamos no se vislumbran posturas radicales que sustenten la hipótesis de la derecha.

La política se vio sorprendida esta semana con un nuevo discurso al borde del delirio. Tal como ha sido la tónica después del 19 de noviembre, Sebastián Piñera instaló en la agenda una nueva polémica, esta vez insinuando la posibilidad de un fraude electoral.

El candidato presidencial de Chile Vamos aseguró que durante la primera vuelta hubo votos que venían previamente marcados, por lo que llamó a que existan más apoderados de mesa de su conglomerado el día en que se defina quién será el próximo presidente de la República.

Las lecturas desde el lado guillierista, e incluso en algunos del Frente Amplio, hablan de la desesperación del abanderado de la derecha ante un escenario desventajoso. La matemática básica señala que si se suman los porcentajes en primera vuelta de los candidatos progresistas, el ganador es Alejandro Guillier. Por lo mismo se explica que la estrategia del ex presidente sea atacar a la izquierda como una supuesta ideología peligrosa.

Pero en la realidad política de nuestro país, el escenario dista bastante de la calamidad que Chile Vamos asegura podría ocurrir. Por ejemplo, el diputado y presidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, luego de enterarse que Beatriz Sánchez entregó su apoyo oficial a Alejandro Guillier, manifestó en su cuenta de Twitter que “Por fin se sacaron las máscaras y quedó claro que @guillier no solo es el candidato del populismo sino que ahora también de la extrema izquierda”.

Pero siendo estrictos, ni Beatriz Sánchez ni el Frente Amplio representan una izquierda radical. Si bien proponen ideas como eliminar las AFP, en su programa no estaba, por ejemplo, la estatización del cobre o intenciones de expropiar grandes empresas del país. Como conglomerado ni siquiera se definen de izquierda, sino que “ciudadanos”. Con sus palabras, Monckeberg o estaba proponiendo una nueva delimitación de los extremos políticos o simplemente era parte de una retórica para infundir temor.

El pasado 19 de noviembre sí hubo un representante de una izquierda con definiciones tradicionales del sector, aunque tan sólo llegó a un 1% de las personas que votaron. Eduardo Artés, de Unión Patriótica, es el único de los candidatos de la primera vuelta (además de José Antonio Kast, que alienta a Piñera) que no apoya a Alejandro Guillier en el balotaje y tampoco al abanderado de Chile Vamos, por considerar que ambos aspirantes a La Moneda son defensores del sistema neoliberal.

En conversación con nuestro medio, aseguró que el programa de gobierno del Frente Amplio no tenía nada que ver con la izquierda, por lo que envió un mensaje de tranquilidad a Cristián Monckeberg:

“Que no se preocupe mucho, porque el programa de la Beatriz está a la derecha del que tenía la Concertación en los primeros tiempos y mira dónde nos trajo. Mientras no exista una asamblea constituyente con protagonismo popular que cambie toda la institución del modelo, no va a pasar nada. Lo de la derecha es una manera de asustar al votante”, dijo.

Incluso revisando la posición del partido más de izquierda en la Nueva Mayoría, el Comunista, tampoco se encuentran posturas radicales. Así quedó expuesto la mañana de este martes, cuando la diputada Camila Vallejo explicó los compromisos que tendrán como bancada a partir de próximo año, entre los que está terminar con el modelo de negocio de las AFP para crear un nuevo sistema previsional que garantice seguridad social y también trabajar por levantar una nueva Constitución.

“Estamos reafirmando nuestro compromiso contra la mercantilización de los derechos sociales fundamentales y, dentro de eso, superar el modelo de endeudamiento en el financiamiento de la Educación, como es el Crédito con Aval del Estado. Estamos reafirmando también nuestro compromiso con la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, eso implica reconocer el trabajo reproductivo de las mujeres. Muchas mujeres trabajan pero no remuneradamente, en labores domésticas, por eso respaldamos contundentemente el programa de Alejandro Guillier, que avanza en el reconocimiento de las mujeres y sus labores”, manifestó.

Pero el discurso de Chile Vamos incluso ha encontrado detractores al interior del conglomerado. El senador Manuel José Ossandón afirma, por estos días, que es la “derecha social” la que debe imponerse dentro del pacto y que declaraciones como las acontecidas durante las últimas semana,s sólo perjudican la posibilidad de que Sebastián Piñera vuelva a La Moneda. En esto acusa principalmente a dos personas, Felipe y José Antonio Kast.

“Por ejemplo,  Felipe Kast pone en duda el apoyo a la gratuidad en un posible gobierno de Sebastián Piñera y eso es un golpe muy duro a la credibilidad de lo que está diciendo el ex presidente. Por otro lado, me parece que José Antonio Kast no puede ser tan irresponsable para decir que va a haber un fraude electoral el 17 de diciembre, me parece una locura”, señaló.

Si bien Sebastián Piñera dejó atrás el relacionar a Alejandro Guillier con Venezuela, aún no se retracta de la insinuación de fraude electoral, acusación que sólo fundamentó en “la pura y santa verdad”. Aunque, contradictoriamente,  afirmó no desconfiar de los resultados de la primera vuelta.





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