En medio de la crisis desatada al interior de Carabineros luego que se revelara un supuesto montaje en el caso conocido como “Operación Huracán” que en septiembre pasado terminó con ocho comuneros mapuche en prisión preventiva, acusados de cometer asociación ilícita terrorista, diversas son las reacciones políticas que se han generado.
En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, el ex intendente de La Araucanía y actual senador electo por la DC, Francisco Huenchumilla dijo que “hay una responsabilidad penal, administrativa y política” en el curso de dichos acontecimientos.
¿Cuál es su apreciación general sobre lo que está ocurriendo con la cuestionada “Operación Huracán” y con las acusaciones cruzadas entre Carabineros y el Ministerio Público?
Cuando se rompen las confianzas en las instituciones, no es bueno para el país ni para los distintos grupos sociales que luchan por reivindicaciones. Carabineros tiene mucho prestigio, y lógicamente que entran todas las dudas cuando tiene esta acusación por parte de otra institución del Estado. Eso no es bueno para la convivencia. Surgen los prejuicios, la duda de si esto ocurrió ahora o en otras oportunidades. Es básico restablecer las confianzas, la claridad de lo que pasó, el esclarecimiento de si hubo delito, si fue así o no, porque tenemos un tema en la región de La Araucanía y es básico que se confíe en la justicia, en el Ministerio Público y en las policías.
Desde el punto de vista de las responsabilidades, ¿hasta dónde tiene que escalar este caso?
Yo diría que hay una responsabilidad penal, administrativa y política, en la medida que los servicios de inteligencia le entregaron una información falsa a la autoridad política, y esta autoridad actuó en base a información que le dieron estos servicios de inteligencia dependientes de Carabineros.
En ese contexto ocurre el viaje de vacaciones a Miami de Bruno Villalobos, general director de Carabineros. ¿Cómo lo recibe usted?
Es verdad que hay eso, pero uno supone que en todas las instituciones hay jefes y subrogancias. Si no está el jefe estará el que le sigue y la institución seguirá funcionando normalmente de acuerdo a la ley, a los reglamentos y a las instrucciones internas que tienen para todos los casos. Yo personalmente no haría mayor cuestión de eso.
¿Fue prudente el proceder de las autoridades políticas, como Mahmud Aleuy?
Aquí el problema que hay que tener presente es que esto se hizo en base a la Ley de Inteligencia. Los procedimientos así significan que los organismos trabajan para la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), buscando información, la procesan, la determinan y se la entregan a la autoridad política. En consecuencia, los servicios de inteligencia no toman decisiones por sí mismos. En este caso, de comprobarse que esa información era falsa o producto de un montaje, la responsabilidad recae en los servicios de inteligencia que le entregaron a la autoridad política una información que no era tal, que no era verdadera, y en consecuencia, habrían engañado a la autoridad política. Lo primero que hay que esclarecer es si hubo o no montaje. Esa es una tarea de los Tribunales.
¿Debieron haber sido más prudentes a partir de los antecedentes? Parecían muy comprometidos con la tesis de Carabineros…
Cuando se trata de un caso específico, es muy difícil tener todos los elementos con los que decidió actuar el subsecretario del Interior. Yo no me atrevería, por prudencia política, a hacer una acusación así.
La situación DC
¿Con qué sensación queda luego de la Junta Nacional de la Democracia Cristiana?
Yo quedo con un sabor positivo porque se tomaron decisiones democráticamente por los miembros de la Junta. Si se pierde hay que aceptar los resultados. Eso es lo normal, de tal manera que no debería haber alguna cosa extra. Me extraña lo que se ha producido, toda vez que todos los que intervinieron ahí sabían que si uno va a una votación la puede ganar o perder.
¿Usted lo dice por Gutenberg Martínez?
Claro, por las personas que quedaron descontentas con la votación porque perdieron. Si yo presento un voto no puedo decir que lo presento para ganar. Hay que estar democráticamente al resultado.
Aparecen los intentos de la directiva por frenar la renuncia de Martínez. ¿Cómo ve ese escenario?
Lo que pasa es que ese es otro tema porque como el partido está en un punto crítico, se ha ido mucha gente. El llamado es que tengamos un poco de prudencia, que no nos precipitemos. Aquí se trata de dirigentes que tienen muchos años, por lo que le hago un llamado a que mediten y acepten los resultados democráticos. Nadie está diciendo que va a tener una coalición con el Frente Amplio, y tampoco el Frente Amplio está diciendo que quiere tener una coalición con la Democracia Cristiana. No está encima de la mesa hoy día. Si eso se llega a verificar es un escenario hipotético futuro. A mí me parece que tenemos que recuperar el partido, tener identidad.
¿Por qué es importante este voto para la DC?
Yo en esto hablo por mí mismo, pero creo que hemos formado parte de una coalición de centro izquierda durante 30 años. Yo no veo en el espectro político chileno ningún partido al cual yo pudiera excluir a priori de las posibilidades de tener acuerdos políticos o electorales. Eso va a formar parte de las circunstancias que en su momento tendremos que definir. No excluyo a nadie. Pero no estamos frente a eso. El 11 de marzo se termina la Nueva Mayoría, la DC recupera su independencia, será una oposición al gobierno de Piñera y tendremos que hacer política con la oposición. No veo mayor drama en eso.