Por más que se rumoreó que Lula da Silva, ex presidente de Brasil y principal candidato a la presidencia, no cedería ante la orden judicial de ser encarcelado, finalmente el fin de semana salió del sindicato metalúrgico en el estado de San Pablo y se entregó, rodeado de una multitud de seguidores que lo escoltaron hasta el vehículo de la Policía Federal.
Su detención ha causado reacciones en América Latina, tanto de ex presidentes como de líderes de opinión. Uno de estos últimos fue Atilio Borón, politólogo, sociólogo y destacado analista argentino, quien esbozó una teoría sobre el caso y las causas sociales que llevaron a este desenlace. Antes, eso sí, indicó que para condenar al ex mandatario no existe nada concreto e hizo referencia al bien inmueble que habría recibido el líder del Partido de los Trabajadores (PT) por parte de la constructora OAS como supuesto cambio para favorecer a la empresa en negocios con Petrobras.
“En el caso de Lula no hubo una prueba fehaciente de que él hubiese sido beneficiado con ese triplex que dicen que recibió como parte de un soborno, lo que arroja una serie de dudas y sospechas sobre toda la región y sobre procesos políticos semejantes que se están teniendo en otras partes de América Latina”, dijo.
En ese sentido, Borón profundizó en un resentimiento que existiría, según él, desde las clases acomodadas de Brasil contra Lula da Silva. “Allá hay un clasismo y racismo muy fuerte, y para los grupos favorecidos de la población brasileña resulta intolerable que un negro se suba a un avión, o tenga una casita o un auto”, por lo que, acorde a sus palabras, este proceso legal sería producto de “un resentimiento a alguien que vino a poner las cosas fuera de su lugar; eso fueron los 36 millones de personas que pudieron comer cuatro veces al día, tener acceso a servicios básicos, mejor educación, salud y seguridad social”.
El doctor en Ciencia Política de la Universidad de Harvard agregó que esto no es solamente contra el ex Mandatario, sino que se apuntaría a una desarticulación estructural a nivel político.
“Y después dijeron bueno, para que nunca más en Brasil pase una cosa así, vamos a liquidar a Lula y al PT. Van por el PT también, porque Brasil no puede volver a tener un gobierno de este tipo, pese a que en ese gobierno no solo mejoraron ostensiblemente las condiciones de vida de la población brasileña, de los sectores humildes, sino que insertó a Brasil como un actor protagónico a través del BRICS en la economía mundial”, dijo.
Además, Borón señaló que este cambio cultural liderado por Lula da Silva “no ha sido asimilado por los estratos más favorecidos. Para esa gente esto que ocurrió es una aberración y algo que no debe volver a ocurrir. Apelan a un juicio que no tiene ningún sostén jurídico”, y añadió que los abogados del ex mandatario deberían “elevar el caso al ámbito internacional y que el sistema de Naciones Unidas o alguno de los órganos que velan por la legalidad internacional, tomen cartas en el asunto porque no cabe ninguna duda que Lula va a ser excarcelado”.
Por último, el politólogo sentenció que con esta manera de “violentar el Estado de Derecho, y poner al Brasil en manos de una pandilla de delincuentes, se está sembrando la semilla de una respuesta violenta”.
Cabe recordar que las inscripciones para las presidenciales brasileñas se cierran el 15 de agosto de este año, y hasta el momento no existe ningún candidato que se acerque a la popularidad de Lula da Silva, ni en el mismo PT ni en el oficialismo.