El jueves 26 de abril, mediante un comunicado de prensa, Sebastián Piñera ratificó en su cargo a 25 embajadores actualmente en ejercicio.
Lo anterior, como “parte de un proceso aún en marcha, que continuará en los próximos días hasta completar la totalidad de los nombramientos en este ámbito”, señaló el texto.
Pero según trascendió desde Cancillería, ese día quedó en evidencia un gran bochorno para 6 embajadores de carrera que no fueron ratificados en sus posiciones.
De acuerdo a La Tercera, ese día el Ministerio de Relaciones Exteriores olvidó incorporar una tercera hoja con apellidos de la S a la Z que también iban a ser ratificados.
Por ello, para reparar el error, días más tarde la Cancillería se comunicó con Cristián Streeter (Irlanda), Eduardo Tapia (Ecuador), Flavio Tarsetti (Dinamarca), Mauricio Ugalde (Paraguay), Patricio Utreras (Haití) y Fernando Zalaquett (Egipto), para explicarles la situación y señalarles que también estaban ratificados en sus cargos.
En medio de la polémica, surgió la discusión en torno a la embajada chilena en Venezuela. En entrevista de prensa, el canciller Roberto Ampuero confirmó que el Gobierno va a esperar las elecciones en el país gobernado por Nicolás Maduro para establecer su posición política. “Nosotros no tenemos embajador en Venezuela, estamos observando cómo se desarrollan las circunstancias. Queremos ver qué pasa en estas mal llamadas elecciones, queremos ver cuál es la reacción de la comunidad internacional. Queremos ver cuál es la reacción del gobierno de Maduro (tras las elecciones), y allí veremos si corresponde o no corresponde enviar a un embajador”.
A menos de una semana de las elecciones en ese país, el Grupo de Lima asoma como un espacio en el que sus participantes debatirán la posición que tomarán frente a la situación venezolana. Argentina, Chile y Colombia (entre otros) ya han dado a conocer públicamente su oposición al gobierno, pese a que éste ha sido ratificado en las urnas en cada una de las elecciones que ha enfrentado.
Sin duda, otra complicación en el nombramiento de embajadores, que a dos meses de la instalación del Gobierno se suma al fallido intento por colocar a Pablo Piñera, hermano del Presidente, en la Embajada de Chile en Argentina.