Estudiantes de origen palestino y judío se tomaron este martes, hasta el mediodía, la casa central de la Universidad de Chile, manifestando, de esta forma, su repudio a la matanza que realizó el ejército israelí de al menos 50 personas y más de 2 mil heridos, quienes protestaban por el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén.

A esto se suma el aniversario número 70 de la Nakba (“catástrofe” en árabe), que conmemora la creación del Estado de Israel y la expulsión de los palestinos de sus tierras, en 1948.

El vocero de la Unión General de Estudiantes Palestinos (UGEP), Abraham Saba, precisó sobre las acciones que se desarrollan para que la Universidad de Chile ponga fin a varios convenios con casas de estudio israelíes que están en territorio ocupado, y que generan conocimiento para el ejercito de la nación judía.

“Dentro de la universidad se está dando una fuerte campaña de boicot contra Israel, incluso este lunes, en la Facultad de Filosofía y Humanidades, se llevó a cabo un referéndum para que dicha instancia adhiera al rechazo, rompiera sus vínculos con casas de estudios implicadas en la ocupación, en la violación de Derechos Humanos, que producen conocimiento para la masacre, el ejército y la ocupación”, afirmó.

La Unión General de Estudiantes Palestinos colgó banderas y lienzos denunciando el “apartheid y ocupación de Palestina” junto a la cara de Ahed Tamimi, activista palestina de 16 años que se encuentra detenida después de abofetear a un soldado israelí, y que se ha convertido en símbolo de la resistencia en esa zona.

Lorena Mussa, también integrante de UGEP, informó de la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), tiene como fin aplicar medidas coercitivas a empresas, instituciones y universidades que operan en los territorios palestinos ocupados “hasta que Israel cumpla con el Derecho Internacional y los principios universales de los Derechos Humanos”.

“Esta acción protesta se relaciona también con las tomas feministas por parte de las compañeras, ya que entendemos que el feminismo es transversal. Hoy día las mujeres palestinas han sido relegadas a acatar las decisiones que toma la nación judía sobre sus cuerpos, derechos reproductivos, derechos como mujeres, en un lugar que está totalmente colonizado y ocupado por parte de las fuerzas sionistas”, arguentó.

En la ocupación de la casa central de la Universidad de Chile también participó Alan Rückert, quien se definió como un “activista judío antisionista”. Aseveró que su postura constituye una voz disidente dentro de la comunidad judía.

La tensión en la Franja de Gaza aumentó después del acto de apertura de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén, ciudad considerada sagrada por el judaísmo, el cristianismo y el islam. El cambio desde Tel Aviv a la nueva locación fue rechazado por la liga de países árabes, quienes, a través de un comunicado, aseguraron que era un “paso provocativo y una agresión flagrante en contra los sentimientos de los árabes y musulmanes”.