Señor Director:
Soy de aquellos que lamentan profundamente su partida y, más aún, el trato que le dispensaron algunos calumniadores y mediocres. Sé que ha vivido momentos ingratos que no merecía. En todo caso, el tiempo siempre va colocando las cosas en su justo lugar y al final del recorrido el balance que quedará de su labor y aporte a la sociedad chilena será muy positivo y destacado. Le deseo felices años dorados junto a los suyos y nuevos aportes que nos beneficien como pueblo y comunidad. Tengo la certeza que nos volveremos a encontrar en tanta causa justa que reclama su apoyo y claridad.
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