La agenda valórica ha estado cargada esta semana. La comisión mixta del Congreso, conformada por diputados y senadores de las distintas bancadas, despachó este lunes el proyecto de Ley de Identidad de Género incluyendo –de forma separada- el articulado que contempla a niños y niñas menores de 14 años, lo que dividió al oficialismo.
La inclusión de menores de 14 fue respaldada por el partido oficialista Evópoli, remando contra lo que había propuesto el gobierno a través del ministro de Justicia, Hernán Larraín, quien señaló que “pensamos que la decisión de cambiar esa identidad de género no la puede adoptar un niño y de hecho la está adoptando alguien en su nombre, su representante legal o juez”.
Por otro lado, la comisión de Salud de la Cámara de Diputados resolvió este martes despachar también el proyecto de ley que legaliza la eutanasia.
En ambas discusiones Evópoli se descolgó de la tendencia que marcaba tanto el Presidente como los demás partidos oficialistas. Por esta razón dialogamos con dos de sus más importantes referentes: Hernán Larraín Matte, presidente de la colectividad, y Francisco Undurraga, actual diputado y el último timonel antes de Larraín.
El ministro de Justicia, Hernán Larraín, afirmó que la decisión debe ser tomada con cierta madurez, y que por eso a la edad de 14 o menos no corresponde tomar decisiones amparadas en la ley de identidad de género. ¿Qué opina respecto de eso?
Francisco Undurraga (FU): Es por todos conocida la posición del gobierno en relación a eso. La prueba está en que el gobierno presentó una indicación para menores entre 14 y 18 años. Nosotros, a través de nuestro senador Felipe Kast, estamos por incluir a niños menores de 14 años dentro del proceso registral de cambio de identidad de género, pero es una cosa que finalmente tendrá que votar la sala.
Hernán Larraín (HL): Como partido tomamos un acuerdo interno en relación a la ley de identidad género en la cual estábamos a favor de legislar un cambio de sexo registral para los mayores de 18 años. También acordamos internamente apoyar que existiera la posibilidad de cambio de sexo registral para adolescentes de entre 14 y 18 años, siempre que fuera acompañado de los padres y de un juez de familia. Respecto de los menores de 14 años se dio libertad de acción. Algunos parlamentarios, como Felipe Kast, votaron a favor para incluir a los menores de 14 y ahora veremos en sala cómo votan los demás. Mi impresión es que, respecto de los menores de 14, va a haber diversidad. No así respecto de los mayores de edad ni de los adolescentes.
¿No hubo un interés por consensuar la posición entre las fuerzas políticas del oficialismo?
FU: Siempre hemos sostenido, y así hemos actuado los diputados y lo señaló el actual Presidente durante la campaña, que tenemos libertad de acción en temas valóricos, entonces no había mucho que consensuar respecto del tema.
HL: El consenso que definimos como partido es el que vamos a seguir empujando también en sala.
¿Usted está de acuerdo con que esta sea la forma en que se articulen las fuerzas del gobierno? ¿No podría ser perjudicial para la convivencia interna de la coalición?
FU: Desde la fundación de Chile Vamos siempre explicitamos cuáles eran nuestras diferencias. Por cierto, también explicitamos cuáles eran nuestros puntos de unión, que además son muchos más que los de diferencia. Y en estos temas, los valóricos, acordamos que cada uno actuaría de acuerdo a su creer. No le veo ningún drama a que existan disensos en relación a temas valóricos. No es perjudicial, al contrario. Hace que se agrande la fuerza de Chile Vamos. Al hacerla más diversa la hace más representativa del país.
HL: Chile Vamos es una coalición diversa y eso es parte de su riqueza. El Presidente envió una indicación en esta materia y Evópoli valora esa voluntad, porque lo que está haciendo es generar las condiciones para poder sacar adelante la ley de identidad de género. Por supuesto que existen diferencias, y es muy legítimo que existan. No existen solo en Chile Vamos, existen en todo el parlamento y en toda la sociedad chilena. Lo razonable y legítimo es que se expresen en el Congreso, que es donde están representadas las personas.
Respecto del proyecto de eutanasia, la mayoría de los parlamentarios de la UDI se mostraron en desacuerdo con la idea de legislar sobre este tema. Evópoli, por su parte, se habría pronunciado de acuerdo con legislar…
FU: Yo hablo por mí y, evidentemente, sí estoy de acuerdo con que se pueda discutir y legislar sobre la eutanasia. Existen dos proyectos de ley en relación al tema. Uno que fue discutido el día de ayer y otro, que emana de diputados de RN, que es un proyecto que se va a discutir la próxima semana. Ese proyecto tiene un fuerte foco en algo que para nosotros es muy importante, que es todo el tema paliativo, la medicina del dolor. Agotar las instancias para después ver la utilización de la eutanasia. No aplazar la discusión de la eutanasia, sino que en el mismo proyecto se contemple la eutanasia como un método de resolución libre y soberano de cada una de las personas, pero una vez agotados todos los tratamientos paliativos existentes.
HL: Evópoli ha definido una postura en materia de eutanasia en la siguiente línea: estamos a favor de avanzar en este proyecto. Estamos a favor de legislar sobre el buen morir, siempre que existan circunstancias bien excepcionales y concretas. Fundamentalmente la enfermedad crónica, la mayoría de edad, el certificado médico y la manifestación expresa la voluntad por parte de la persona.
El proyecto presentado por el diputado Vlado Mirosevic contempla la eutanasia en personas que son víctimas de sufrimiento físico y mental, lo que fue cuestionado por el proyecto que presentó RN, que lo sugiere solo para sufrimiento físico. ¿Cuál su opinión respecto de esa diferencia?
FU: Eso es parte de la discusión que vamos a tener en relación al tema. Mi tema es que la eutanasia debiese actuar sobre enfermedades que ya no son controladas por la medicina.
HL: Nosotros vamos a estudiar ambos proyectos, vamos a estudiar la evidencia que hay respecto de cada uno de ellos y luego vamos a tomar una decisión. No tenemos definida una postura al respecto.
La senadora Jacqueline Van Rysselberghe declaró hace algunos meses que “la vida es un valor que no se puede relativizar”. ¿Es la eutanasia una relativización de la vida?
FU: Evidentemente que la vida no se puede relativizar. Nosotros estamos de acuerdo en el buen vivir y en el buen morir. También es un derecho humano el buen morir.
HL: Para Evópoli el debate en relación a la eutanasia tiene que ver con el derecho individual de la persona para poner término a la vida en circunstancias en que la ciencia no da alternativas frente a enfermedades crónicas. En esas circunstancias excepcionales la autonomía de la persona es la que se impone, por lo tanto, consideramos que hay un derecho de la persona a poner término a su propia vida.
El diputado Jaime Belollio insistió en que el texto incluyera la posibilidad de invocar la objeción de conciencia para la eutanasia. ¿Qué le parece?
FU: La objeción de conciencia es un concepto de lo más liberal que existe en la tierra. Como liberal, no puedo no apoyar y respetar la decisión de cada una de las personas en relación a los diversos temas.
HL: La objeción de conciencia corre en caso de un suicidio asistido, materia en la que Evópoli no está de acuerdo. Y sí estamos de acuerdo en estos casos excepcionales. Respecto a la objeción de conciencia, no es algo que hayamos abordado, pero en principio tenemos una interpretación restrictiva de la objeción de conciencia.
¿Individual y también institucional?
FU: En este caso los diputados UDI plantean la objeción de conciencia en términos individuales, y la verdad es que desde el mundo liberal no puedo no estar en acuerdo con eso. Es un derecho que se adquirió hace más de 50 años, y hay una plena conciencia de que el respeto a las personas y sus creencias es algo inviolable.
¿Pero debiera ese derecho pasar a ser de las instituciones?
FU: Eso se zanjó a través del Tribunal Constitucional en relación al aborto en 3 causales. Desde ese punto de vista no nos queda otra cosa que acatarlo.
¿Pero usted estaría de acuerdo?
FU: Da lo mismo lo que yo piense en relación al tema. Hay un pronunciamiento oficial de un tribunal oficial de este país que regula los comportamientos y las normas. En ese sentido no cabe otra cosa.
La semana pasada la Corte Suprema ordenó la libertad para varios reos de Punta Peuco, condenados por haber cometido crímenes de lesa humanidad durante dictadura. ¿Cómo mira ese actuar? ¿Le parece una decisión correcta?
FU: Separaría el tema en dos. El tema de la soberanía de un poder del Estado, a mi juicio, es indiscutible. En este país existe separación de los poderes del Estado. Los tribunales y el poder legislativo tienen que actuar con plena independencia y yo tengo que acatar los fallos de los tribunales. Me parece que la acusación constitucional en relación a este fallo no procede. Distinta es mi opinión respecto de lo que ellos fallaron, pero eso no avala una acusación constitucional.
HL: Es una decisión de la Corte Suprema. respetamos la institucionalidad, acatamos los fallos de la Corte y por supuesto que podemos tener opiniones personales al respecto. En muchos casos uno esperaría una dimensión humanitaria respecto de los requisitos para entregar libertades condicionales, pero es una decisión que tomó la Corte Suprema y nosotros la respetamos.
¿Y cuál es su opinión respecto de lo que fallaron?
FU: Evidentemente tiendo a empatizar más con el sentimiento de las víctimas y los familiares en relación al tema.
HL: Lo que yo digo que es que respeto la decisión, pero creo que se abre un debate humanitario sobre los criterios que se tienen que tener al frente respecto de las libertades, y creo que el arrepentimiento es una cuestión que debe ser parte del debate, pero es una opinión personal. La Corte Suprema ha actuado dentro de sus atribuciones.