El Arzobispado de Santiago informó que el pasado martes 7 de agosto decidió enviar a la Congregación para la Doctrina de la Fe, en el Vaticano, los resultados de una investigación contra el sacerdote Cristián Precht, por eventuales abusos contra menores de edad.

La decisión fue anunciada a través de un comunicado, que añade que los antecedentes aparecieron “en el contexto del denominado caso Maristas, causa ya iniciada en el Ministerio Público”.

“Al sacerdote se le impusieron medidas cautelares, por lo que no puede realizar actos públicos propios del ministerio sacerdotal y se le ordenó residir en Santiago”, agrega la Iglesia de Santiago.

Precht terminó a fines del año pasado de cumplir una sentencia canónica de cinco años, que se le impuso por conductas abusivas con personas mayores y menores de edad.

Esta investigación se inició en marzo de 2018, cuando un grupo de personas que denunciaron abusos al interior de la Congregación Marista presentaron una querella y apuntar a diferentes religiosos, incluido Precht, por presuntos abusos sexuales.

En el mismo comunicado, la Iglesia Católica anunció que se inició una investigación previa por presuntos abusos sexuales contra el presbítero David Vera Andrade, por hechos sucedidos en 2012.

“Al sacerdote se le impusieron medidas cautelares, por lo que fue apartado del oficio de párroco de Apóstol Santiago, no puede realizar actos públicos propios del ministerio sacerdotal y se le ordenó residir en Santiago mientras dure la investigación (…) hemos solicitado el consentimiento al denunciante para entregar su nombre a la Fiscalía”, agregó la declaración.

Al mismo tiempo, el obispo de Chillán, Carlos Pellegrin, dijo no haber sido notificado aún del proceso que la Fiscalía regional lleva en su contra por presuntos abusos sexuales. “La disposición es la misma para todos los casos que hemos tenido que investigar en el obispado: la de colaborar al máximo con todo lo que requiera el Ministerio Público”, dijo en una conferencia de prensa.

“Me presentaré cuando me llamen, pero estoy a la absoluta disposición de ese llamado para aclarar todas las dudas. Mi conciencia está totalmente limpia”, recalcó.

Las informaciones anteriores se conocían al mismo tiempo que el Papa Francisco recibía en la Casa Santa Marta al obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, y a la presidenta del Consejo de Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas de la Conferencia Episcopal, Ana María Celis.

“Un punto importante de la conversación ha sido el sufrimiento de las víctimas y su necesidad de hallar consuelo y reparación”, afirmó un comunicado del Vaticano, según el cual el Sumo Pontífice “ha expresado su deseo de que se sigan aclarando todas las interrogantes para que se pueda dar una respuesta justa a cada uno”.