Mientras estaba en Guallatire, en Putre, relegado tras ser parte de los políticos de la Democracia Cristiana que estuvo en contra del Golpe de Estado, Andrés Aylwin estaba lejos de la contingencia, pero siempre al tanto de lo que estaba sucediendo en el país. El abogado egresado de la U. de Chile sabía que era desde la justicia donde podría enfrentarse a la falta de democracia, y al retornar a la capital, luego de esa mudanza forzada, es que su legado en la protección de los Derechos Humanos quedaría marcado.
“Hoy Chile y también su universidad despiden a un gran hombre. Don Andrés Aylwin Azócar hizo mucho por el país, por la democracia y por los más desposeídos. En días en que los Derechos Humanos están en la discusión pública, su ejemplo inspira. En nombre de la comunidad de la Universidad de Chile, despido con afecto a Andrés Aylwin”, afirmó el Rector Ennio Vivaldi tras conocer el fallecimiento del abogado, hecho tras el cual se decretó duelo universitario para este martes 21 de agosto.
Nacido en Viña del Mar el 20 de junio de 1925, Andrés Aylwin cursó sus estudios básicos y secundarios en San Bernardo, y se tituló de abogado en nuestra Facultad de Derecho, con inquietudes precoces por la justicia social, en un comienzo desde las dinámicas del trabajo, por lo que no era de extrañar que su camino tuviera que ver con el trabajo social, en organizaciones como Consultorios Jurídicos y el Servicio de Asistencia Judicial.
Con este bagaje, Aylwin Azocar fue elegido diputado por la Octava Agrupación Departamental “Melipilla, San Antonio, San Bernardo y Maipo”en dos periodos, donde destacó su trabajo en la generación de protocolos legales para la implementación de la reforma agraria. En 1973 fue reelegido por un tercer periodo, que se vio truncado con la irrupción de la dictadura cívico militar.
En su labor en la Vicaría de la Solidaridad se enfrentaba a la de buena parte de los jueces que eran partidarios de la dictadura. En sus memorias, Andrés Aylwin indicó que los tribunales no querían problemas con quienes “habían salvado a la patria” y que, tras ver procedimientos abiertamente en contra de los Derechos Humanos, decidió que “no le creía nada a la tiranía o a su prensa, ni a las supuestas fugas, ni a la negación de los arrestos, ni a sus informaciones siempre llenas de embustes. Esa fue la brújula que me señaló el camino por muchos años y que un día me llevaría al encuentro de nuevas verdades”.
Asistencia jurídica a más de cuarenta y cinco mil personas, patrocinio a más de nueve mil quinientos recursos de amparo, asistencia a noventa y dos mil personas. Esos son parte de los números del trabajo de la Vicaría de la Solidaridad, reducto que fue el campo de batalla de Andrés Aylwin, quien luego del retorno de la democracia sería elegido nuevamente diputado por dos periodos, culminando su labor en 1998.
Su vínculo con la Casa de Bello no se cerró con la presentación de su memoria en 1953. Como político siempre procuró asistir a ceremonias oficiales, e incluso formó parte de instancias como la postura de la primera piedra del actual Instituto de la Comunicación e Imagen, en el campus Juan Gómez Millas. Además, fue profesor auxiliar de Práctica Forense en la Facultad de Derecho.
Andrés Aylwin será velado en la tarde del 20 de agosto en el ex Congreso Nacional, lugar desde donde mañana 21 de agosto será trasladado a la Iglesia San Ignacio de Alonso Ovalle, donde se realizará la misa fúnebre, para finalmente ser sepultado en el Cementerio General.
Vía: Uchile.cl