El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo estar al tanto y conocer pormenores de la situación de Argentina. Al menos así lo afirmaron desde comunicaciones de la presidencia de la Casa Rosada luego de la conversación que ayer en la mañana sostuvo el norteamericano con su par argentino, Mauricio Macri, a un día de que este último anunciara las medidas de ajuste fiscal que suponen una señal al Fondo Monetario Internacional.
Macri y Trump comparten varias cosas, por ejemplo su gusto por los negocios y la especulación financiera. En la llamada que se extendió por 15 minutos, el sudamericano invitó al jefe de la Casa Blanca a una visita de Estado en el marco de la cumbre del G-20 que se celebrará en Buenos Aires el 30 de noviembre y el 1 de diciembre próximo.
Además, el gobernante argentino volvió a explicar la crisis económica trasandina a partir de factores externos, incluyendo la guerra comercial desatada por Washington contra China.
Pero de las medidas que se van a adoptar para salir del atolladero, aún resulta difícil de explicar. Y es que en su alocución del lunes de 25 minutos, el presidente Macri poco explicó, salvo que se tomarían medidas duras para revertir el aumento del gasto fiscal.
En conversación con El Mercurio, el ex presidente del Banco Central de Argentina, Martín Redrado, sostuvo que Macri si bien apunta a un buen camino, “lo hace dos años tarde y sin plantear una estrategia de crecimiento. Lo que le faltó decir es cómo salíamos de este proceso recesivo”. Para el economista, esta situación podría afectar incluso una eventual reelección del mandatario el próximo año.
Mientras, la economía debería sufrir una contracción de entre el -2,5 y el -2,8% este 2018, mientras que el 2019 la baja del crecimiento llegaría al -0,7%.
Por otra parte, las retenciones al sector agrícola y al industrial alcanzan el 12 por ciento, lo que permitiría recaudar unos 6 mil millones de dólares el año venidero, según las proyecciones del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, luego de oficializar la nueva carga impositiva.
En conversación con el canal argentino C5N, Omar Príncipe, presidente de la Federación Agraria de ese país, dijo que en ningún momento fueron consultados respeto de la aplicación de estas nuevas medidas. Al contrario: sostuvo que ya en marzo de este año en conversación con el jefe de gabinete de Macri, Marcos Peña, le plantearon la necesidad de terminar con las retenciones que están afectando a la producción especialmente de pequeños y medianos productores.
“A los pequeños y medianos productores no les llega el efecto devaluación. Otro dato para tener en cuenta es que en estos últimos dos años se nos han dolarizado todos nuestros costos, se han dolarizado los insumos, se ha dolarizado el gasoil que aumenta día a día cada vez que se devalúa el peso, también aumenta el gasoil. Se ha dolarizado las tarifas. En muchas economías regionales, prender la luz o el pozo para regar, es casi imposible, es inviable”, planteó el dirigente de los agricultores.
Por otro lado, Príncipe apunto al incremento de la tasa de interés. “La devaluación viene acompañada por una tasa de interés única en el mundo y es prácticamente inviable producir, financiarse como lo tenemos que hacer en estos días. Un pequeño productor que tiene que cambiar un cheque está pagando un 60, un 70 o un 80 por ciento de tasa de interés. Esto hace prácticamente inviable cualquier modelo productivo”.
“El impacto que está teniendo este nuevo impuestazo en los pequeños y medianos productores es una cuestión que para muchos va a ser definitiva para no seguir produciendo en su chacra”, señaló Príncipe.
A esto se suman otros sectores como el de los exportadores, a los que Macri en su discurso del lunes llamó a aportar más en este momento de crisis.
El propio ministro de Hacienda viajó ayer a Washington para reunirse con la presidenta del Fondo Monetario Internacional, Cristine Lagarde, a quien debió dar cuenta de las decisiones anunciadas por el Gobierno el lunes luego de la corrida cambiaria del jueves de la semana recién pasada y el espectacular incremento de la tasa de interés fijada por el Banco Central que llegó al 60 por ciento referencial.
Es el organismo internacional el que colocará las condiciones a Argentina para la entrega de los créditos, en tanto el Ejecutivo de Macri busca un adelanto de los fondos de rescate y asegurar nuevos recursos para el 2019 con miras a la campaña electoral.
En las calles y en particular en el centro de Buenos Aires, el dólar se cotizó en 40 pesos en tanto el Banco Central vendió durante la jornada 338 millones de dólares los que van a parar al “combustible mercado cambiario” según los analistas.
Los gremios estudian adelantar las movilizaciones, convocatoria que entre los trabajadores de la educación fue fijada para el próximo jueves 13 de septiembre “por el derecho social a la educación”, argumentaron.