Orquesta Sinfónica Nacional de Chile presenta la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorák

A ella se suma Y todavía tiene una pena, del compositor chileno René Silva, y Fantasía escocesa, del alemán Max Bruch, esta última pieza interpretada por el solista en violín de la orquesta, Marcelo González.

A ella se suma Y todavía tiene una pena, del compositor chileno René Silva, y Fantasía escocesa, del alemán Max Bruch, esta última pieza interpretada por el solista en violín de la orquesta, Marcelo González.

La famosa Sinfonía N°9 “Del Nuevo Mundo”, del compositor Antonín Dvorák, será interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile este viernes 19 de octubre, a las 19:40 horas, en el Teatro Universidad de  Chile.

El concierto contará con la batuta del director asociado François López-Ferrer, reciente finalista del Concurso de Dirección de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional de México (UNAM).

Escrita en 1893 y estrenada ese mismo año en el Carnegie Hall con la Orquesta Filarmónica de Nueva York, la obra compuesta por la figura más reconocida del nacionalismo musical checo fue un éxito inmediato. Así, se convirtió en la más popular del repertorio de Dvorák, siendo usada hasta la actualidad en videojuegos, publicidad y cine.

El concierto abordará también otras dos atractivas obras. La primera es Y todavía tiene una pena, de René Silva Ponce, joven compositor y profesor de música formado en la Universidad de Chile.

Escrita en 2012, la obra fue ganadora de la III Convocatoria para el Estreno de Compositores Chilenos, organizada por la Corporación Cultural de la Universidad de Concepción, siendo estrenada en 2014. Será interpretada por cuarta vez desde su creación, se inspira en el conflicto mapuche y explora así algunos sonidos de esta cultura. En tanto, hacia el final se establece un nexo con Arauco tiene una pena, de Violeta Parra, canción que es aludida en una cita usada como epígrafe en la partitura de la obra.

Otro de los momentos álgidos del concierto será la interpretación de Fantasía escocesa, del compositor alemán Max Bruch, obra que contará con la participación especial de Marcelo González, solista de la fila de violines segundos de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile.

El músico, integrante del conjunto desde hace 23 años, señala que la obra “es un poco diferente a la mayoría de los conciertos para violín que uno conoce, que por lo general son clásicos. Éste es romántico”. Agrega que una de las curiosidades de la pieza es que Bruch nunca había visitado Escocia al momento de componer la obra, “entonces se basó en unas canciones folclóricas escocesas para desarrollar todos los temas”.

“Para mí, lo particular de esta obra es que más que concierto para solista es una especie de sinfonía, donde la voz la lleva el violín solista; y otro punto es que incluye el arpa en un papel co-solista, lo que la hace muy interesante, porque las voces son muy diversas”, añade.

Marcelo González.

Marcelo González.

Tras presentarse en Santiago el viernes 19 de octubre, la Sinfónica se trasladará hasta la ciudad de Valparaíso, donde ofrecerá una función de este programa en el Aula Magna de la Universidad Federico Santa María, el sábado 20, a las 19:30 horas.

Las entradas para el Teatro Universidad de Chile pueden adquirirse en la boletería del mismo y a través del sistema Daleticket, desde $6.000, con descuentos de hasta 40% para estudiantes y adultos mayores, entre otros.

Más información en Sinfónica Nacional.

Fotos: Patricio Melo / CEAC.




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