Luego de que el Gobierno reconociera que hubo manipulación y ocultamiento de información por parte de Carabineros en torno al homicidio del comunero mapuche Camilo Catrillanca, han surgido críticas a la forma en que algunos medios de comunicación han informado sobre la violencia y represión hacia el pueblo mapuche en la Araucanía.
En conversación con Radio Universidad de Chile, representantes del gremio apuntaron al sesgo comunicacional que existe en nuestro país y reprocharon la actitud conformista de la prensa ante la información entregada por el Gobierno y las fuerzas policiales sobre el comunero Camilo Catrillanca, quien murió la semana pasada durante un enfrentamiento con el Comando Jungla de Carabineros, en la comunidad de Temucuicui, Ercilla.
“Hay un sesgo en la cobertura de los medios sobre el caso Catrillanca. Hubo un sesgo al aceptar las versiones del Gobierno y ese sesgo ha seguido exactamente la evolución de la actitud del Gobierno. No hubo, por parte de la prensa, una señal de alerta desde el principio. Durante no sé cuántos días nos hicieron aceptar una versión de los hechos que era falsa”, explicó Manuela Gumucio, directora ejecutiva del Observatorio de Medios Fucatel.
La periodista agregó que “durante todo el tratamiento de este caso quedó demostrada la uniformidad y obsecuencia de los medios chilenos en torno al Gobierno. Lo que se vio en este caso fue la continuidad en los hechos de lo que ha estado haciendo constantemente la prensa y los medios en general, que es transformar al pueblo mapuche en un mundo de terroristas que merecerían este tipo de fuerzas especiales”.
Gumucio aseguró que en el caso Catrillanca ha existido un alineamiento entre gran parte de los medios y el Gobierno. Criticó la incapacidad de la prensa de cuestionar la información oficialista y de enfocarse en detalles o datos dudosos.
Lucía Dammert, socióloga y académica de la Universidad de Santiago, también apuntó a la unilateralidad en la búsqueda de información y la falta de fuentes en algunos medios. “No estoy segura si es una cobertura sesgada intencional, pero sí hay un acostumbramiento de los medios de comunicación- en los últimos treinta años- de basar su información en temas de seguridad y justicia en datos que entregan las policías”, señaló.
Dammert cuestionó el hecho de que los medios muestran el conflicto del pueblo mapuche como una concentración de criminalidad, “Esto dificulta la mirada del problema desde otras perspectivas, sobre todo si hay pocos espacios para discutir el problema en profundidad”, dijo.
Para Javiera Olivares, ex presidenta del Colegio de Periodistas y actual coordinadora del Programa Libertad de Expresión de la Universidad de Chile, el sesgo comunicacional responde a la reproducción de un discurso que critica a quienes se muestren contrarios al sistema social establecido. “Cualquiera que critique ese modelo y trate de diferenciarse, sobre todo el pueblo mapuche, para el modelo mediático clásico resulta un actor cuestionable, irracional e ilegal”, expresó,
Olivares también apuntó a la concentración de la propiedad de los medios como factor determinante en la inclinación editorial de la prensa. “Este nivel de concentración, donde hay sólo una perspectiva en la mayoría de los medios- no en todos-, cuyas líneas editoriales también se cruzan con intereses económicos, políticos, vemos aunada a una élite que pertenece a distintas redes de poder y que va determinando las estructuras en las que se mueven los contenidos de estos medios”, enfatizó.