Un suspiro para la Primera Ministra británica, Theresa May. Esto, luego de que el Parlamento local aprobara una enmienda en la que se rechaza la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE) sin un acuerdo previo.
El margen de la victoria fue estrecho: 318 diputados apoyaron la enmienda, mientras que 310 legisladores votaron en contra.
La iniciativa pretende volver a negociar una solución con la UE respecto del backstop, para, de esta manera, evitar instalar una frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
“Esta enmienda me dará el mandato que necesito para negociar con Bruselas un acuerdo que pueda apoyar una mayoría en esta cámara”, dijo May poco antes de la votación.
Aun así, Los conservadores euroescépticos y sus socios del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP) votaron en contra de la iniciativa, pues argumentan que la cláusula de salvaguarda para evitar una frontera entre las dos Irlandas puede dejar a Gran Bretaña integrado en la UE por varios años más.
De todas maneras, May espera obtener nuevas concesiones que faciliten la aprobación del acuerdo con la UE.