Se trata del segundo Oscar como Mejor director (Gravity, 2014) que levanta el mexicano en la meca del cine. Su muy aclamada “Roma”, nominada en 10 categorías, se llevó finalmente tres estatuillas doradas, a la Mejor fotografía y a la Mejor película extranjera, categoría en la figuraba como la gran favorita.
“Roma” también estaba nominada a la Mejor película, premio que hasta ahora ninguna producción hablada en un idioma distinto del inglés ha ganado. Esa distinción fue para “Green Book”, la polémica cinta sobre el viaje del célebre pianista negro Don Shriley y su chofer banco por el sur de Estados Unidos en plena segregación, en la década de los 60.
“Es una historia sobre amor, sobre amarnos los unos a los otros a pesar de nuestras diferencias y encontrar la verdad sobre quienes somos”, dijo el director de “Green Book“, Peter Farrelly, al recibir la estatuilla.
No obstante, el balance para “Roma” es extremadamente satisfactorio, tan solo con sus 10 nominaciones. Hace apenas unos años nadie hubiera imaginado tal consideración para una cinta en blanco y negro, filmada en México, y hablada en español y mixteco (lengua indígena).
“Como artistas nuestro trabajo es mirar adonde otros no lo hacen. Esta responsabilidad se vuelve mucho más importante en tiempos en los que nos dicen que apartemos la mirada”.
“Roma” relata la historia de las dos mujeres que marcaron la infancia del director nacido en Ciudad de México: su madre, en pleno proceso de separación de su marido, y empleada doméstica de origen indígena, que se ocupó de él.
Triunfo de Netflix y de la diversidad
Los tres premios que se llevó “Roma” son también un reconocimiento para Netflix, productora de la película, y su innovador sistema de divulgación de obras cinematográficas a través de Internet.
Tras el #Metoo que sacudió los cimientos de Hollywood el año pasado, la edición 2019 de los Oscar se vio marcada por la reivindicación de la diversidad en el cine. Entre la candidatas a la Mejor película figuraban xxx producciones dirigidas por extranjeros (Cuarón y Yorgos Lanthimos), una película en lengua extranjera “Roma”, y dos que abordaban el racismo en Estados Unidos (Blackkklansman y Green Book).
El irreverente Spike Lee, cineasta profundamente comprometido con la causa negra, se llevó el primer Oscar en competición de su larga carrera, Mejor guion adaptado por su incendiario “Blankkklansman”, relato inspirado en la historia real de un policía de color que logró infiltrar al Ku Klux Klan en los 70.
El otro gran ganador de la noche fue Rami Malek, actor de origen egipcio, quien se llevó el Oscar al mejor Actor por su brillante interpretación de Freddie Mercury en “Bohemian Rhapsody”.
Olivia Coleman protagonizó, por su parte, la sorpresa de la noche en Los Ángeles, al hacerse con la estatuilla a la Mejor actriz por su desempeño en “The Favorite” del griego Yorgos Lanthimos, dejando sin el esperado Oscar a la veterana Glenn Close (The Wife), o a la mexicana Yalitza Aparicio.